PREPARACIÓN
PARA LA CONSAGRACIÓN DE SÍ MISMO A
JESUCRISTO, LA SABIDURÍA
ENCARNADA,
San
Luis María Grignon de Monfort
(Nota:
La preparación dura 33 días. Las oraciones están al final de la
lectura de cada ocasión)
DÍA
16
Consideración
del Tratado de la Verdadera Devoción
Artículo
V
ESTA
DEVOCIÓN CONDUCE A LA UNIÓN CON NUESTRO SEÑOR
152.
QUINTO MOTIVO. Esta devoción es camino fácil, corto, perfecto y
seguro para llegar a la unión con Dios, en la cual consiste la
perfección cristiana.
I.
Esta devoción es un camino fácil.
Es
el camino abierto por Jesucristo al venir a nosotros y en el que no
hay obstáculos para llegar a l. Ciertamente que se puede llegar a
Jesucristo por otros caminos. Pero en ellos se encuentran cruces más
numerosas, muertes extrañas y dificultades apenas superables; será
necesario pasar por noches obscuras, temibles combates y agonía,
escarpadas montañas, punzantes espinas y espantosos desiertos. Pero,
por el camino de María se avanza más suave y tranquilamente.
Cierto
que también encontramos rudos combates y grandes dificultades a
superar. Pero esta bondadosa madre y Señora se hace tan cercana y
presente a sus fieles servidores para iluminarlos en sus tinieblas,
esclarecerlos en sus combates y dificultades, que en verdad este
camino virginal para encontrar a Jesús resulta de rosas y mieles,
comparado con los demás.
Ha
habido santos, pero en corto número, como San Efrén, San Juan
Damasceno, San Bernardo, San Bernardino, San Buenaventura, San
Francisco de Sales, etc. Que han transitado por este camino suave
para ir a Jesucristo, porque el Espíritu Santo, Esposo fiel de
María, se lo ha enseñado por gracia singular. Pero los otros
santos, que son la mayoría aunque hayan tenido todos devoción a la
Santísima Virgen, no han entrado o sólo muy poco en este camino. Es
por ello que tuvieron que pasar por las pruebas más rudas y
peligrosas.
153.
¿De dónde precederá entonces, me preguntará algún fiel servidor
de María, que los fieles servidores de esta bondadosa Madre
encuentran tantas ocasiones de padecer y aún más que aquellos que
no le son tan devotos? Los contradicen, persigue, calumnian y no los
pueden tolerar; (Cf. San Buenaventura: Servientes
tibi plus aliis invadunt dracones inferni. Psalter,
majus B. V., Ps. CXVIII) o caminan entre tinieblas interiores o por
desiertos donde se da la menor gota de rocío del cielo. Si esta
devoción a la Santísima Virgen facilita el camino para llegar a
Jesucristo, ¿porqué son sus devotos los más crucificados?
154.
Le respondo que ciertamente, siendo los más fieles servidores de la
Santísima Virgen sus preferidos, reciben de Ella los más grandes
favores y gracias del cielo, que son las cruces. Pero sostengo que
los servidores de María llevan estas cruces con mayor facilidad,
mérito y gloria y que lo que mil veces detendría a otros o los
haría caer, a ellos no los detiene nunca sino que los hace avanzar,
porque esta bondadosa Madre, plenamente llena de gracia y unión del
Espíritu Santo; endulza todas cruces que les prepara con el azúcar
de su dulzura maternal y con la unción del amor puro, de modo que
ellos las comen alegremente como nueces confitadas aunque de por sí
sean muy amargas.
Y
creo que una persona que quiere ser devota y vivir piadosamente en
Jesucristo y, por consiguiente, padecer persecución y cargar todos
los días su cruz, no llevará jamás grandes cruces o no las llevará
con alegría y hasta el fin, si no profesa tierna devoción a la
Santísima Virgen, que es la dulzura de las cruces: como tampoco
podría una persona, sin gran violencia que no sería duradera comer
nueces verdes no confitadas con azúcar.
II.
Esta devoción es un camino corto.
155.
Esta devoción a la Santísima Virgen es camino corto (Cf. S.
Bernardo: Tu
es via compendiosa in coelo. Laudes gloriosae Virginia,
cit. S:A: VI, 939. Cf. Benedicto XV: Recta
et tanquam compendiaria via ad Jesum per Mariam itur.
Epist.
Ad R:P:D: Schoepfer, Ep. Tarb. Et Lourd., setiembre 1914. Acta
Ap. Sed. 1914, p.515) para encontrar a Jesucristo. Sea porque en él
nadie se extravía, sea porque como acabo de decir se avanza por él
con mayor gusto y facilidad y, por consiguiente, con mayor rapidez.
Se
adelanta más en poco tiempo de sumisión y obediencia a María que
en años enteros de hacer nuestra propia voluntad y apoyarnos en
nosotros mismos. Porque el hombre obediente y sumiso a María cantará
victorias (Prov. XXI, 28) señaladas sobre todos sus enemigos. Estos,
ciertamente, querrán impedirle que avance, hacerle retroceder o
caer, pero con el apoyo, auxilio y dirección de María, sin caer,
retroceder ni detenerse avanzará a pasos agigantados hacia
Jesucristo por el mismo camino por el que está escrito (Ps. XVIII,
6) que Jesús vino a nosotros a pasos de gigante y en corto tiempo.
156.
¿Cuál crees sea el motivo de que Jesucristo haya vivido tan poco
tiempo sobre la tierra y obediencia a su Madre? Es éste: Que no
obstante, la brevedad de su carrera mortal (Cf. Sab. IV,13), vivió
largos años, inclusive muchos más que Adán cuyas pérdidas vino a
reparar aunque éste haya vivido más de novecientos años (Gén. V,
5). Largo tiempo vivió Jesucristo porque vivió en sumisión y unión
a su Santísima. Madre, por obediencia al Padre. Porque: 1º El que
honra a su madre dice el Espíritu Santo (Eccli. III, 5) es como el
que atesora, es decir, el que honra a María, hasta someterse a Ella
y obedecerla en todo, pronto se hará muy rico, pues cada día
acumula riquezas por el secreto de esta piedra filosofal; 2º Según
una interpretación espiritual de las siguientes palabras del
Espíritu Santo: "Mi vejez se encuentra en la misericordia del
seno" (Ps. XCI, 11), en el seno de María la que rodeó y
engendró a un varón perfecto (Cf. Gradual de la Misa de ls
Santísima Virgen de Pentecostés a Adviento; Primer Responsorio del
Oficio de la Santísima Virgen) y pudo contener a Aquel a quien no
puede abrazar ni contener a Aquel a quien no puede abrazar ni
contener todo el universo los jóvenes se convierten en ancianos por
la experiencia, luz, santidad y sabiduría y llegan en pocos años a
la plenitud de la edad en Jesucristo.
III.
Esta Devoción es un camino perfecto.
157.
Esta devoción a la Santísima. Virgen es camino perfecto para ir a
Jesucristo y unirse con El. Porque María es la más perfecta y santa
de las puras creaturas y Jesucristo que ha venido a nosotros de la
manera más perfecta, no tomó otro camino para viaje tan grande y
admirable que María. El Altísimo, el Incomprensible, el Inaccesible
y EL QUE ES ha querido venir a nosotros, gusanillos de la tierra y
que no somos nada. ¿Cómo sucedió esto? El Altísimo descendió de
manera perfecta y divina hasta nosotros por medio de la humilde
María, sin perder nada de su divinidad ni santidad. Del mismo modo,
deben subir los pequeñuelos hasta el Altísimo perfecta y
divinamente y sin temor alguno, a través de María. El
Incomprensible se dejó abarcar y contener perfectamente por la
humilde María, sin perder nada de su inmensidad. Del mismo modo,
debemos dejarnos contener y conducir perfectamente y sin reservas por
María. El Inaccesible se acercó y unió estrecha, perfecta y aún
personalmente a nuestra humanidad por María, sin perder nada de su
majestad. Del mismo modo, por María, debemos acercarnos a Dios y
unirnos a su majestad, perfecta e íntimamente, sin temor de ser
rechazados. Finalmente, Aquel
que es
(Ex. II, 14) quiso venir a lo que no es y hacer que lo que no es
llegue a Dios o Aquel
que es.
Esto lo realizó perfectamente, entregándose y sometiéndose
incondicionalmente a la joven Virgen María, sin dejar de ser en el
tiempo El que es en la eternidad. Del mismo modo, nosotros, aunque no
seamos nada, podemos por María llegar a ser semejantes a Dios por la
gracia y la gloria, entregándonos perfectamente y totalmente a Ella,
de suerte que no siendo nada por nosotros mismos, lo seamos todo en
Ella, sin temor de engañarnos.
158.
Ábranme un camino para ir a Jesucristo, embaldosado con todos los
méritos de los bienaventurados, adornado con todas sus virtudes
heroicas, iluminado y embellecido con todos los esplendores y
bellezas de los ángeles y en el que se presenten todos los ángeles
y santos para guiar, defender y sostener a quienes quieren andar por
él; afirmo abiertamente con toda verdad que antes que tomar camino
tan perfecto, prefiero seguir el camino inmaculado de María; vía o
camino sin mancha ni fealdad (Ps. XVII, 33), sin pecado original ni
actual, sin sombras ni tinieblas. Y si mi amable Jesús viene otra
vez al mundo para reinar en él (Et
iterum venturas est cum gloria judicare vivos et mortuos…cujus
regni non erit finis.
Credo) como sucederá ciertamente, no escogerá para su viaje otro
camino que el de María, por quien vino la primera vez con tanta
seguridad y perfección. La diferencia entre una y otra venida es que
la primera fue secreta y escondida, mientras que la segunda será
gloriosa y fulgurante. Pero ambas son perfectas, porque ambas se
realizan por María. ¡Ay! ¡Este es un misterio que aún no se
comprende! Hic
taceat ovnis lingua (Calle
aquí toda lengua).
Oraciones
de la Primera Semana:
LETANÍAS
DEL ESPÍRITU SANTO
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo,
ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo,
óyenos.
Cristo,
escúchanos.
Dios,
Padre celestial,
Dios,
Hijo, Redentor del mundo,
Dios,
Espíritu Santo,
Trinidad
Santa, un solo Dios,
Espíritu,
que procede del Padre y del Hijo,
Espíritu
del Señor, que al comienzo
de
la creación planeando sobre las aguas,
las
fecundaste
Espíritu
por inspiración del cual han
hablado
los santos hombres de Dios,
Espíritu
cuya unción nos enseña
todas
las cosas
Espíritu,
que das testimonio de Cristo,
Espíritu
de verdad que nos instruís sobre
todas
las cosas
Espíritu
que sobreviene a María,
Espíritu
del Señor que llena todo el orbe,
Espíritu
de Dios que habita en nosotros,
Espíritu
de sabiduría y de entendimiento,
Espíritu
de consejo y de fortaleza,
Espíritu
de ciencia y de piedad,
Espíritu
de temor del Señor,
Espíritu
de gracia y de misericordia,
Espíritu
de fuerza, de dilección y de sobriedad,
Espíritu
de fe, de esperanza, de amor y de
paz
Espíritu
de humildad y de castidad,
Espíritu
de benignidad y de mansedumbre,
Espíritu
de multiforme gracia,
Espíritu
que escrutas hasta los secretos de Dios
Espíritu
que ruegas por nosotros con gemidos
inenarrables
Espíritu
que descendiste sobre Cristo en
forma
de paloma
Espíritu
en el cual renacemos,
Espíritu
por el cual se difunde la caridad en
nuestros
corazones
Espíritu
de adopción de los hijos de Dios,
Espíritu
que en lenguas de fuego sobre los
Discípulos
apareciste.
Espíritu
con el cual fueron los Apóstoles henchidos
Espíritu
que distribuyes (vuestros dones)
a
cada uno como quieres,
Sednos
propicio, perdónanos, Señor.
Sednos
propicio, escúchanos, Señor.
De
todo mal,
Líbranos
Señor*
De
todo pecado,
De
las tentaciones e insidias del diablo,
De
toda presunción y desesperación,
De
la resistencia a la verdad conocida,
De
la obstinación y de la impenitencia,
De
la impureza de la mente y del cuerpo,
Del
espíritu de fornicación,
De
todo espíritu malo,
Por
tu eterna procesión del Padre y del Hijo,
Por
la Concepción de Jesucristo, hecha por
operación.
Por
tu descenso sobre Cristo, en el Jordán.
Por
tu advenimiento sobre los Discípulos.
En
el día del juicio,
Pecadores,
te rogamos, óyenos*
Para
que, así como vivimos por el espíritu,
obremos
también por el espíritu,
Para
que, recordando que somos templo
del
Espíritu Santo, no lo profanemos,
Para
que, viviendo según el espíritu, no
cumplamos
los deseos de la carne,
A
fin de que por el espíritu mortifiquemos
las
obras de la carne,
Para
que no te contristemos a ti, Espíritu
Santo
de Dios,
Para
que seamos solícitos en guardar la
unidad
de espíritu en el vínculo de la paz,
Para
que no creamos a todo espíritu,
te
rogamos, óyenos.
Para
que probemos a los espíritus si son de
Dios,
te rogamos, óyenos.
Para
que te dignes renovar en nosotros el
espíritu
de rectitud, re rogamos…
Para
que nos confirmes por tu espíritu
soberano,
te rogamos, óyenos.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del
mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del
mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del
mundo,
ten piedad de nosotros.
Oremos
Asístanos,
te pedimos, Señor, la virtud del
Espíritu
Santo, que purifique clementemente
nuestros
corazones y nos preserve de todo
mal.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Así
sea.
AVE
ESTRELLA DE LA MAR
Ave
estrella de la mar,
Augusta
Madre de Dios,
Permanentemente
Virgen,
Puerta
del cielo, feliz.
Recibiendo
Tú aquel Ave
Por
la boca de Gabriel,
Ciméntanos
en la paz,
Mudando
el nombre de Eva.
Desata
el lazo al culpable,
Muestra
la luz a los ciegos,
Líbranos
de todo mal,
Consíguenos
todo bien.
Que
eres Madre muéstranos;
Reciba
por Ti las preces
Quien,
nacido por nosotros,
Quiso
ser el fruto tuyo.
Virgen
única, sin par,
Entre
todas la más dulce,
Líbranos
de nuestras culpas,
Haz
que seamos mansos, castos.
Concédenos
vida pura,
Vía
segura prepara:
Para
que, viendo a Jesús,
Siempre
juntos nos gocemos.
Sea
la alabanza a Dios Padre,
Al
sumo Cristo esplendor,
con
el Espíritu Santo,
a
los Tres un solo honor.
Amén.
LETANÍAS
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo,
ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo,
óyenos.
Cristo,
escúchanos
Dios,
Padre celestial,
ten
piedad de nosotros.
Dios
Hijo, Redentor del mundo,
ten
piedad de nosotros.
Deus,
Dios Espíritu Santo,
ten
piedad de nosotros.
Santa
Trinidad, un solo Dios,
ten
piedad de nosotros.
Santa
María, ruega por nosotros*
Santa
Madre de Dios,
Santa
Virgen de las vírgenes,
Madre
de Cristo,
Madre
de la divina gracia,
Madre
purísima,
Madre
castísima,
Madre
sin tacha,
Madre
siempre Virgen,
Madre
inmaculada,
Madre
amable,
Madre
admirable,
Madre
del buen consejo,
Madre
del Creador,
Madre
del Salvador,
Virgen
prudentísima,
Virgen
venerable,
Virgen
digna de alabanza,
Virgen
poderosa,
Virgen
clemente,
Virgen
fiel,
Espejo
de justicia,
Trono
de Sabiduría,
Causa
de nuestra alegría,
Vaso
espiritual,
Vaso
honorable,
Vaso
insigne de devoción,
Rosa
mística,
Torre
de David,
Torre
de marfil,
Casa
de oro,
Arca
de la Alianza,
Puerta
del cielo,
Estrella
de la mañana,
Salud
de los enfermos,
Refugio
de los pecadores,
Consuelo
de los afligidos,
Auxilio
de los cristianos,
Reina
de los Ángeles,
Reina
de los Patriarcas,
Reina
de los Profetas,
Reina
de los Apóstoles,
Reina
de los Mártires,
Reina
de los Confesores,
Reina
de las Vírgenes,
Reina
de todos los Santos,
Reina
concebida sin pecado original,
Reina
asunta a los cielos,
Reina
del sacratísimo Rosario,
Reina
de la paz.
Cordero
de Dios, que quitas los pecados
del
mundo, perdónanos, Señor.
Cordero
de Dios, que quitas los pecados
del
mundo, escúchanos, Señor.
Cordero
de Dios, que quitas los pecados
del
mundo, ten piedad de nosotros.
Ruega
por nosotros santa Madre de Dios,
para
que seamos dignos de alcanzar las
promesas
de Jesucristo.
Oremos
Concédenos,
Señor Dios, a tus siervos, te
lo
pedimos, la gracia de gozar perpetua
salud
de cuerpo y alma, y por la gloriosa
intercesión
de la Bienaventurada siempre
Virgen
María, de ser librados de la tristeza
(de
la vida) presente y de gozar de la eterna
alegría.
Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
*(Por
cada título a Ntra Señora decir: ruega por nosotros)
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