sábado, 5 de marzo de 2016

ESCLAVITUD MARIANA - DIA 16

PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN DE SÍ MISMO A 
JESUCRISTO, LA SABIDURÍA ENCARNADA,
POR LAS MANOS DE MARÍA


San Luis María Grignon de Monfort
(Nota: La preparación dura 33 días. Las oraciones están al final de la lectura de cada ocasión)
DÍA 16
Consideración del Tratado de la Verdadera Devoción


Artículo V
ESTA DEVOCIÓN CONDUCE A LA UNIÓN CON NUESTRO SEÑOR
152. QUINTO MOTIVO. Esta devoción es camino fácil, corto, perfecto y seguro para llegar a la unión con Dios, en la cual consiste la perfección cristiana.
I. Esta devoción es un camino fácil.
Es el camino abierto por Jesucristo al venir a nosotros y en el que no hay obstáculos para llegar a l. Ciertamente que se puede llegar a Jesucristo por otros caminos. Pero en ellos se encuentran cruces más numerosas, muertes extrañas y dificultades apenas superables; será necesario pasar por noches obscuras, temibles combates y agonía, escarpadas montañas, punzantes espinas y espantosos desiertos. Pero, por el camino de María se avanza más suave y tranquilamente.
Cierto que también encontramos rudos combates y grandes dificultades a superar. Pero esta bondadosa madre y Señora se hace tan cercana y presente a sus fieles servidores para iluminarlos en sus tinieblas, esclarecerlos en sus combates y dificultades, que en verdad este camino virginal para encontrar a Jesús resulta de rosas y mieles, comparado con los demás.
Ha habido santos, pero en corto número, como San Efrén, San Juan Damasceno, San Bernardo, San Bernardino, San Buenaventura, San Francisco de Sales, etc. Que han transitado por este camino suave para ir a Jesucristo, porque el Espíritu Santo, Esposo fiel de María, se lo ha enseñado por gracia singular. Pero los otros santos, que son la mayoría aunque hayan tenido todos devoción a la Santísima Virgen, no han entrado o sólo muy poco en este camino. Es por ello que tuvieron que pasar por las pruebas más rudas y peligrosas.
153. ¿De dónde precederá entonces, me preguntará algún fiel servidor de María, que los fieles servidores de esta bondadosa Madre encuentran tantas ocasiones de padecer y aún más que aquellos que no le son tan devotos? Los contradicen, persigue, calumnian y no los pueden tolerar; (Cf. San Buenaventura: Servientes tibi plus aliis invadunt dracones inferni. Psalter, majus B. V., Ps. CXVIII) o caminan entre tinieblas interiores o por desiertos donde se da la menor gota de rocío del cielo. Si esta devoción a la Santísima Virgen facilita el camino para llegar a Jesucristo, ¿porqué son sus devotos los más crucificados?
154. Le respondo que ciertamente, siendo los más fieles servidores de la Santísima Virgen sus preferidos, reciben de Ella los más grandes favores y gracias del cielo, que son las cruces. Pero sostengo que los servidores de María llevan estas cruces con mayor facilidad, mérito y gloria y que lo que mil veces detendría a otros o los haría caer, a ellos no los detiene nunca sino que los hace avanzar, porque esta bondadosa Madre, plenamente llena de gracia y unión del Espíritu Santo; endulza todas cruces que les prepara con el azúcar de su dulzura maternal y con la unción del amor puro, de modo que ellos las comen alegremente como nueces confitadas aunque de por sí sean muy amargas.
Y creo que una persona que quiere ser devota y vivir piadosamente en Jesucristo y, por consiguiente, padecer persecución y cargar todos los días su cruz, no llevará jamás grandes cruces o no las llevará con alegría y hasta el fin, si no profesa tierna devoción a la Santísima Virgen, que es la dulzura de las cruces: como tampoco podría una persona, sin gran violencia que no sería duradera comer nueces verdes no confitadas con azúcar.
II. Esta devoción es un camino corto.
155. Esta devoción a la Santísima Virgen es camino corto (Cf. S. Bernardo: Tu es via compendiosa in coelo. Laudes gloriosae Virginia, cit. S:A: VI, 939. Cf. Benedicto XV: Recta et tanquam compendiaria via ad Jesum per Mariam itur. Epist. Ad R:P:D: Schoepfer, Ep. Tarb. Et Lourd., setiembre 1914. Acta Ap. Sed. 1914, p.515) para encontrar a Jesucristo. Sea porque en él nadie se extravía, sea porque como acabo de decir se avanza por él con mayor gusto y facilidad y, por consiguiente, con mayor rapidez.
Se adelanta más en poco tiempo de sumisión y obediencia a María que en años enteros de hacer nuestra propia voluntad y apoyarnos en nosotros mismos. Porque el hombre obediente y sumiso a María cantará victorias (Prov. XXI, 28) señaladas sobre todos sus enemigos. Estos, ciertamente, querrán impedirle que avance, hacerle retroceder o caer, pero con el apoyo, auxilio y dirección de María, sin caer, retroceder ni detenerse avanzará a pasos agigantados hacia Jesucristo por el mismo camino por el que está escrito (Ps. XVIII, 6) que Jesús vino a nosotros a pasos de gigante y en corto tiempo.
156. ¿Cuál crees sea el motivo de que Jesucristo haya vivido tan poco tiempo sobre la tierra y obediencia a su Madre? Es éste: Que no obstante, la brevedad de su carrera mortal (Cf. Sab. IV,13), vivió largos años, inclusive muchos más que Adán cuyas pérdidas vino a reparar aunque éste haya vivido más de novecientos años (Gén. V, 5). Largo tiempo vivió Jesucristo porque vivió en sumisión y unión a su Santísima. Madre, por obediencia al Padre. Porque: 1º El que honra a su madre dice el Espíritu Santo (Eccli. III, 5) es como el que atesora, es decir, el que honra a María, hasta someterse a Ella y obedecerla en todo, pronto se hará muy rico, pues cada día acumula riquezas por el secreto de esta piedra filosofal; 2º Según una interpretación espiritual de las siguientes palabras del Espíritu Santo: "Mi vejez se encuentra en la misericordia del seno" (Ps. XCI, 11), en el seno de María la que rodeó y engendró a un varón perfecto (Cf. Gradual de la Misa de ls Santísima Virgen de Pentecostés a Adviento; Primer Responsorio del Oficio de la Santísima Virgen) y pudo contener a Aquel a quien no puede abrazar ni contener a Aquel a quien no puede abrazar ni contener todo el universo los jóvenes se convierten en ancianos por la experiencia, luz, santidad y sabiduría y llegan en pocos años a la plenitud de la edad en Jesucristo.
III. Esta Devoción es un camino perfecto.
157. Esta devoción a la Santísima. Virgen es camino perfecto para ir a Jesucristo y unirse con El. Porque María es la más perfecta y santa de las puras creaturas y Jesucristo que ha venido a nosotros de la manera más perfecta, no tomó otro camino para viaje tan grande y admirable que María. El Altísimo, el Incomprensible, el Inaccesible y EL QUE ES ha querido venir a nosotros, gusanillos de la tierra y que no somos nada. ¿Cómo sucedió esto? El Altísimo descendió de manera perfecta y divina hasta nosotros por medio de la humilde María, sin perder nada de su divinidad ni santidad. Del mismo modo, deben subir los pequeñuelos hasta el Altísimo perfecta y divinamente y sin temor alguno, a través de María. El Incomprensible se dejó abarcar y contener perfectamente por la humilde María, sin perder nada de su inmensidad. Del mismo modo, debemos dejarnos contener y conducir perfectamente y sin reservas por María. El Inaccesible se acercó y unió estrecha, perfecta y aún personalmente a nuestra humanidad por María, sin perder nada de su majestad. Del mismo modo, por María, debemos acercarnos a Dios y unirnos a su majestad, perfecta e íntimamente, sin temor de ser rechazados. Finalmente, Aquel que es (Ex. II, 14) quiso venir a lo que no es y hacer que lo que no es llegue a Dios o Aquel que es. Esto lo realizó perfectamente, entregándose y sometiéndose incondicionalmente a la joven Virgen María, sin dejar de ser en el tiempo El que es en la eternidad. Del mismo modo, nosotros, aunque no seamos nada, podemos por María llegar a ser semejantes a Dios por la gracia y la gloria, entregándonos perfectamente y totalmente a Ella, de suerte que no siendo nada por nosotros mismos, lo seamos todo en Ella, sin temor de engañarnos.
158. Ábranme un camino para ir a Jesucristo, embaldosado con todos los méritos de los bienaventurados, adornado con todas sus virtudes heroicas, iluminado y embellecido con todos los esplendores y bellezas de los ángeles y en el que se presenten todos los ángeles y santos para guiar, defender y sostener a quienes quieren andar por él; afirmo abiertamente con toda verdad que antes que tomar camino tan perfecto, prefiero seguir el camino inmaculado de María; vía o camino sin mancha ni fealdad (Ps. XVII, 33), sin pecado original ni actual, sin sombras ni tinieblas. Y si mi amable Jesús viene otra vez al mundo para reinar en él (Et iterum venturas est cum gloria judicare vivos et mortuos…cujus regni non erit finis. Credo) como sucederá ciertamente, no escogerá para su viaje otro camino que el de María, por quien vino la primera vez con tanta seguridad y perfección. La diferencia entre una y otra venida es que la primera fue secreta y escondida, mientras que la segunda será gloriosa y fulgurante. Pero ambas son perfectas, porque ambas se realizan por María. ¡Ay! ¡Este es un misterio que aún no se comprende! Hic taceat ovnis lingua (Calle aquí toda lengua).
Oraciones de la Primera Semana:
 
LETANÍAS DEL ESPÍRITU SANTO
 
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Trinidad Santa, un solo Dios,
Espíritu, que procede del Padre y del Hijo,
Espíritu del Señor, que al comienzo
de la creación planeando sobre las aguas,
las fecundaste
Espíritu por inspiración del cual han
hablado los santos hombres de Dios,
Espíritu cuya unción nos enseña
todas las cosas
Espíritu, que das testimonio de Cristo,
Espíritu de verdad que nos instruís sobre
todas las cosas
Espíritu que sobreviene a María,
Espíritu del Señor que llena todo el orbe,
Espíritu de Dios que habita en nosotros,
Espíritu de sabiduría y de entendimiento,
Espíritu de consejo y de fortaleza,
Espíritu de ciencia y de piedad,
Espíritu de temor del Señor,
Espíritu de gracia y de misericordia,
Espíritu de fuerza, de dilección y de sobriedad,
 
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de
paz
Espíritu de humildad y de castidad,
Espíritu de benignidad y de mansedumbre,
Espíritu de multiforme gracia,
Espíritu que escrutas hasta los secretos de Dios
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos
inenarrables
Espíritu que descendiste sobre Cristo en
forma de paloma
Espíritu en el cual renacemos,
Espíritu por el cual se difunde la caridad en
nuestros corazones
Espíritu de adopción de los hijos de Dios,
Espíritu que en lenguas de fuego sobre los
Discípulos apareciste.
Espíritu con el cual fueron los Apóstoles henchidos
Espíritu que distribuyes (vuestros dones)
a cada uno como quieres,
Sednos propicio, perdónanos, Señor.
Sednos propicio, escúchanos, Señor.




De todo mal,
Líbranos Señor*
De todo pecado,
De las tentaciones e insidias del diablo,
De toda presunción y desesperación,
De la resistencia a la verdad conocida,
De la obstinación y de la impenitencia,
De la impureza de la mente y del cuerpo,
Del espíritu de fornicación,
De todo espíritu malo,
Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo,
Por la Concepción de Jesucristo, hecha por
operación.
Por tu descenso sobre Cristo, en el Jordán.
Por tu advenimiento sobre los Discípulos.
 
En el día del juicio,
Pecadores, te rogamos, óyenos*
Para que, así como vivimos por el espíritu,
obremos también por el espíritu,
Para que, recordando que somos templo
del Espíritu Santo, no lo profanemos,
Para que, viviendo según el espíritu, no
cumplamos los deseos de la carne,
A fin de que por el espíritu mortifiquemos
las obras de la carne,
Para que no te contristemos a ti, Espíritu
Santo de Dios,
Para que seamos solícitos en guardar la
unidad de espíritu en el vínculo de la paz,
Para que no creamos a todo espíritu,
te rogamos, óyenos.
 
Para que probemos a los espíritus si son de
Dios, te rogamos, óyenos.
Para que te dignes renovar en nosotros el
espíritu de rectitud, re rogamos…
Para que nos confirmes por tu espíritu
soberano, te rogamos, óyenos.
Cordero de Dios que quitas los pecados del
mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del
mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del
mundo, ten piedad de nosotros.
Oremos
Asístanos, te pedimos, Señor, la virtud del
Espíritu Santo, que purifique clementemente
nuestros corazones y nos preserve de todo
mal. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Así sea.
 
AVE ESTRELLA DE LA MAR
Ave estrella de la mar,
Augusta Madre de Dios,
Permanentemente Virgen,
Puerta del cielo, feliz.
Recibiendo Tú aquel Ave
Por la boca de Gabriel,
Ciméntanos en la paz,
Mudando el nombre de Eva.
Desata el lazo al culpable,
Muestra la luz a los ciegos,
Líbranos de todo mal,
Consíguenos todo bien.
Que eres Madre muéstranos;
Reciba por Ti las preces
Quien, nacido por nosotros,
Quiso ser el fruto tuyo.
Virgen única, sin par,
Entre todas la más dulce,
Líbranos de nuestras culpas,
Haz que seamos mansos, castos.
Concédenos vida pura,
Vía segura prepara:
Para que, viendo a Jesús,
Siempre juntos nos gocemos.
Sea la alabanza a Dios Padre,
Al sumo Cristo esplendor,
con el Espíritu Santo,
a los Tres un solo honor.
Amén.
LETANÍAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,
ten piedad de nosotros.
Deus, Dios Espíritu Santo,
ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
ten piedad de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros*
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre sin tacha,
Madre siempre Virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen venerable,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de Sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso honorable,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los cielos,
Reina del sacratísimo Rosario,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas los pecados
del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados
del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados
del mundo, ten piedad de nosotros.
Ruega por nosotros santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.
Oremos
Concédenos, Señor Dios, a tus siervos, te
lo pedimos, la gracia de gozar perpetua
salud de cuerpo y alma, y por la gloriosa
intercesión de la Bienaventurada siempre
Virgen María, de ser librados de la tristeza
(de la vida) presente y de gozar de la eterna
alegría. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
*(Por cada título a Ntra Señora decir: ruega por nosotros)









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