PREPARACIÓN
PARA LA CONSAGRACIÓN DE SÍ MISMO A
JESUCRISTO, LA SABIDURÍA
ENCARNADA, POR LAS MANOS DE
MARÍA.
San
Luis María Grignion de Monfort
(Nota:
La preparación dura 33 días. Las oraciones están al final de la
lectura de cada ocasión)
Día
31
Tercera
Semana
Empleada
en adquirir el conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo
III.
Hacer todo en María
261.
3. Es menester realizar las acciones en María. Para comprender bien
esta práctica es preciso recordar:
1º
que la Santísima Virgen es el verdadero paraíso terrestre del nuevo
Adán. El antiguo paraíso era solamente una figura de éste. Hay
en este paraíso riquezas, hermosuras, maravillas y dulzuras
inexplicables, dejadas en él por el nuevo Adán, Jesucristo. Allí
encontró El sus complacencias durante nueve meses, realizó
maravillas e hizo alarde de sus riquezas con la magnificencia de un
Dios. Este lugar santísimo fue construido solamente con una tierra
virginal e inmaculada, de la cual fue formado y alimentado el nuevo
Adán, sin ninguna mancha de inmundicia, por obra del Espíritu Santo
que en él habita; en este paraíso terrestre se halla el verdadero
árbol de vida, que produjo a Jesucristo, fruto de vida; el árbol de
la ciencia del bien y del mal, que ha dado la luz al mundo. Hay en
este divino lugar árboles plantados por la mano de Dios, regados por
su unción celestial y que han dado y siguen dando frutos de
exquisito sabor; hay allí jardines esmaltados de bellas y diferentes
flores de virtud, que exaltan un perfume que embalsama a los mismos
ángeles. Hay en este lugar verdes praderas de esperanza, torres
inexpugnables de fortaleza, moradas llenas de encanto y seguridad,
etc. Sólo el Espíritu Santo puede dar a conocer la verdad que
se oculta bajo estas figuras de cosas materiales. Se respira en
este lugar al aire puro e incontaminado de pureza sin imperfección,
brilla el día hermoso y sin noche de la santa humanidad, irradia el
sol hermoso y sin sombras de la divinidad, arde el horno encendido e
inextinguible de la caridad en el que el hierro se inflama y
transforma en oro, corre tranquilo el río de la humildad, que brota
de la tierra y, dividiéndose en cuatro brazos, riega todo este
delicioso lugar: son las cuatro virtudes cardinales (Cf. Gén. II, 8,
9, 10 y 15. Ps. XLV, 5)
262.
El Espíritu Santo, por boca de los Santos Padres, llama también a
María: 1. la puerta oriental, por donde entra al mundo y sale
de él el Sumo Sacerdote (Cf. Ez. XLIV, 2-3), Jesucristo: por ella
entró la primera vez y por ella volverá la segunda; 2. el
santuario de la divinidad, la mansión de la Santísima Trinidad, el
trono de Dios, el altar y el templo de Dios, el mundo de
Dios. Epítetos y alabanzas muy verdaderos, cuando se refieren a
las diferentes maravillas y gracias que el Altísimo ha realizado en
María. ¡Qué riqueza! ¡Qué gloria! ¡Qué placer! ¡Qué
dicha! Poder entrar y permanecer en María en quien el Altísimo
colocó el trono de su gloria suprema.
263.
Pero, qué difícil es a pecadores como nosotros obtener el permiso,
capacidad y luz suficientes para entrar en lugar tan excelso y santo,
custodiado ya no por un querubín como el antiguo paraíso terrenal
(Gén. II, 24) sino por el mismo Espíritu Santo, que ha tornado
posesión de él y dice: "Un jardín cercado es mi hermana, mi
esposa; huerto cerrado manantial bien guardado" (Cant. IV, 12).
¡María es jardín cercado! ¡María es manantial sellado! Los
miserables hijos de Adán y Eva, arrojados del paraíso terrenal no
pueden entrar en este nuevo paraíso, sino por una gracia excepcional
del Espíritu Santo, que ellos deben merecer.
264.
Después de haber obtenido, mediante la fidelidad, esta gracia
insigne, es necesario permanecer el hermoso interior de María con
alegría, descansar allí en paz, apoyarse en él confiadamente,
ocultarse allí con seguridad y perderse en él sin reserva, a fin de
que, en este seno virginal: 1º sea el alma alimentada con la
leche de la gracia y misericordia maternal de María; 2º sea
librada de toda turbación, temor y escrúpulo; 3º esté a
salvo de todos tus enemigos: demonio, mundo y pecado, que jamás
pudieron entrar en María. Por esto dice Ella misma: "Los que
trabajan en mí no pecarán" (Eccli. XXIV), esto es, los que
permanecen espiritualmente en la Santísima Virgen no cometerán
pecado considerable; 4º te formes en Jesucristo y Jesucristo
sea formado en ti. Porque, el seno de María dicen los Padres es la
sala de los sacramentos divinos, donde se han formado Jesucristo y
todos los elegidos: "Uno por uno, todos han nacido en Ella" (Ps.
LXXXVI, 5).
III.
Hacer todo para María
265.
En fin, es menester realizar todas las acciones para María. Estando
totalmente consagrado a su servicio, es justo realizar todo para
María, como lo harían el criado, el siervo y el esclavo, respecto a
su patrón. No que se la tome como el fin último de nuestros
servicios, que lo es Jesucristo sino como fin próximo, centro
misterioso y camino fácil para llegar a Él. Conviene, pues, no
permanecer ocioso, sino que actuar como el buen siervo y esclavo. Es
decir, que apoyado en su protección, emprender y realizar grandes
empresas por esta augusta Soberana. Es menester defender
sus privilegios, cuando se los disputan; defender su gloria,
cuando se la ataca; atraer, a ser posible, a todo el mundo a su
servicio y a esta verdadera y sólida devoción; hablar y
levantar el grito contra quienes abusan de su devoción; y al mismo
tiempo establecer en el mundo esta verdadera devoción; y no
esperar en recompensa de este humilde servicio sino el honor de
pertenecer a tan noble Princesa y la dicha de vivir unido por medio
de Ella a Jesús, su Hijo, con lazo indisoluble en el tiempo y la
eternidad.
¡Gloria
a Jesús en María!
¡Gloria
a María en Jesús!
¡Gloria a Dios sólo!
¡Gloria a Dios sólo!
(Cf.
Apoc. IV, 11; V, 13; VII, 12 y XIX, 1)
Prácticas
Espirituales
Emplearan
la tercera semana a conocer a Jesucristo. En ella podrán leer y
meditar lo que llevamos dicho y rezar la oración de San Agustín.
Para esto podrán, con el mismo Santo, decir y repetir, una y mil vez
cada día: ¡Señor,
que yo os conozca!
O bien ¡Que
vea quien sois Vos!
ORACIÓN
DE SAN AGUSTÍN
“Tú
eres Cristo, Padre mío santo, Dios mío piadoso, Rey mío grande,
Pastor mío bueno, Maestro mío único,
Auxiliador
mío óptimo, Amado mío hermosísimo, Vivo pan mío, Sacerdote mío
eterno, Guía mío hacia la Patria,
Luz
mía verdadera, Dulzura mía santa, Vía mía recta, Sabiduría mía
preclara, Simplicidad mía pura, Concordia mía pacífica, Custodia
mía toda, Porción mía buena, Salvación mía sempiterna...
“¡Oh
Cristo Jesús! Amable Señor, ¿por qué amé y deseé algo toda mi
vida fuera de ti, Jesús mío? ¿Dónde estaba yo cuando con la mente
no estaba contigo? Ya desde ahora, deseos todos míos, inflamaos y
desbordaos en el
Señor
Jesús; corred cuanto hasta ahora tardasteis; daos prisa a donde
vais, buscad a quien buscáis. Jesús, sea anatematizado quien no te
ama se llene de amarguras... ¡Oh dulce Jesús!, que yo te ame, en ti
se deleite, en ti se admire todo buen corazón preparado para vuestra
gloria. Dios de mi corazón y porción mía, Cristo Jesús,
desfallezca
en lo más íntimo mi corazón y seas tú quien vivas en mí, y arda
en mi espíritu la brasa viva de tu amor y crezca hasta ser fuego
perfecto; arda perennemente en las aras de mi corazón, hierva en mis
médulas, incendie las entrañas de mi alma; en el día de mi
consumación sea hallado yo consumado junto a ti... Amén.
LETANÍAS
DEL ESPÍRITU SANTO
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo,
ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo,
óyenos.
Cristo,
escúchanos.
Dios,
Padre celestial,
Dios,
Hijo, Redentor del mundo,
Dios,
Espíritu Santo,
Trinidad
Santa, un solo Dios,
Espíritu,
que procede del Padre y del Hijo,
Espíritu
del Señor, que al comienzo
de
la creación planeando sobre las aguas,
las
fecundaste
Espíritu
por inspiración del cual han
hablado
los santos hombres de Dios,
Espíritu
cuya unción nos enseña
todas
las cosas
Espíritu,
que das testimonio de Cristo,
Espíritu
de verdad que nos instruís sobre
todas
las cosas
Espíritu
que sobreviene a María,
Espíritu
del Señor que llena todo el orbe,
Espíritu
de Dios que habita en nosotros,
Espíritu
de sabiduría y de entendimiento,
Espíritu
de consejo y de fortaleza,
Espíritu
de ciencia y de piedad,
Espíritu
de temor del Señor,
Espíritu
de gracia y de misericordia,
Espíritu
de fuerza, de dilección y de sobriedad,
Espíritu
de fe, de esperanza, de amor y de
paz
Espíritu
de humildad y de castidad,
Espíritu
de benignidad y de mansedumbre,
Espíritu
de multiforme gracia,
Espíritu
que escrutas hasta los secretos de Dios
Espíritu
que ruegas por nosotros con gemidos
inenarrables
Espíritu
que descendiste sobre Cristo en
forma
de paloma
Espíritu
en el cual renacemos,
Espíritu
por el cual se difunde la caridad en
nuestros
corazones
Espíritu
de adopción de los hijos de Dios,
Espíritu
que en lenguas de fuego sobre los
Discípulos
apareciste.
Espíritu
con el cual fueron los Apóstoles henchidos
Espíritu
que distribuyes (vuestros dones)
a
cada uno como quieres,
Sednos
propicio, perdónanos, Señor.
Sednos
propicio, escúchanos, Señor.
De
todo mal,
De
todo pecado,
De
las tentaciones e insidias del diablo,
De
toda presunción y desesperación,
De
la resistencia a la verdad conocida,
De
la obstinación y de la impenitencia,
De
la impureza de la mente y del cuerpo,
Del
espíritu de fornicación,
De
todo espíritu malo,
Por
tu eterna procesión del Padre y del Hijo,
Por
la Concepción de Jesucristo, hecha por
operación.
Por
tu descenso sobre Cristo, en el Jordán.
Por
tu advenimiento sobre los Discípulos.
En
el día del juicio,
Pecadores,
te rogamos, óyenos.
Para
que, así como vivimos por el espíritu,
obremos
también por el espíritu,
Para
que, recordando que somos templo
del
Espíritu Santo, no lo profanemos,
Para
que, viviendo según el espíritu, no
cumplamos
los deseos de la carne,
A
fin de que por el espíritu mortifiquemos
las
obras de la carne,
Para
que no te contristemos a ti, Espíritu
Santo
de Dios,
Para
que seamos solícitos en guardar la
unidad
de espíritu en el vínculo de la paz,
Para
que no creamos a todo espíritu,
te
rogamos, óyenos.
Para
que probemos a los espíritus si son de
Dios,
te rogamos, óyenos.
Para
que te dignes renovar en nosotros el
espíritu
de rectitud, re rogamos...
Para
que nos confirmes por tu espíritu
soberano,
te rogamos, óyenos.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del
mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del
mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero
de Dios que quitas los pecados del
mundo,ten
piedad de nosotros.
Oremos
Asístanos,
te pedimos, Señor, la virtud del
Espíritu
Santo, que purifique clementemente
nuestros
corazones y nos preserve de todo
mal.Por
Jesucristo Nuestro Señor.
Así
sea.
AVE
ESTRELLA DE LA MAR
Ave
estrella de la mar,
Augusta
Madre de Dios,
Permanentemente
Virgen,
Puerta
del cielo, feliz.
Recibiendo
Tú aquel Ave
Por
la boca de Gabriel,
Ciméntanos
en la paz,
Mudando
el nombre de Eva.
Desata
el lazo al culpable,
Muestra
la luz a los ciegos,
Líbranos
de todo mal,
Consíguenos
todo bien.
Que
eres Madre muéstranos;
Reciba
por Ti las preces
Quien,
nacido por nosotros,
Quiso
ser el fruto tuyo.
Virgen
única, sin par,
Entre
todas la más dulce,
Líbranos
de nuestras culpas,
Haz
que seamos mansos, castos.
Concédenos
vida pura,
Vía
segura prepara:
Para
que, viendo a Jesús,
Siempre
juntos nos gocemos.
Se
alabanza a Dios Padre,
Al
sumo Cristo esplendor,
con
el Espíritu Santo,
a
los Tres un solo honor.
Amén.
LETANÍAS
DEL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo,
ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Jesús,
óyenos.
Jesús,
escúchanos.
Deus,
Dios, Padre celestial, ten misericordia de nosotros *
Dios
Hijo, Redentor del mundo,
Dios
Espíritu Santo,
Santa
Trinidad, un solo Dios,
Jesús,
Hijo de Dios vivo,
Jesús,
esplendor del Padre,
Jesús,
brillante blancura de la luz eterna,
Jesús,
Rey de la gloria,
Jesús,
sol de justicia,
Jesús,
hijo de María Virgen,
Jesús
amable,
Jesús
admirable,
Jesús,
Dios fuerte,
Jesús,
Padre del siglo futuro,
Jesús,
Ángel del gran consejo,
Jesús
potentísimo,
Jesús
pacientísimo,
Jesús
obedientísimo,
Jesús
manso y humilde de corazón,
Jesús,
amador de la castidad,
Jesús,
amador nuestro,
Jesús,
Dios de paz,
Jesús,
autor de la vida,
Jesús,
modelo de las virtudes,
Jesús,
celador de las almas,
Jesús,
Dios nuestro,
Jesús,
refugio nuestro,
Jesús,
padre los pobres,
Jesús,
tesoro de los fieles,
Jesús,
buen Pastor,
Jesús,
luz verdadera,
Jesús,
sabiduría eterna,
Jesús,
bondad infinita,
Jesús,
camino y vida nuestra,
Jesús,
alegría de los Ángeles,
Jesús,
Rey de los Patriarcas,
Jesús,
maestro de los Apóstoles
Jesús,
doctor de los Evangelistas,
Jesús,
fortaleza de los Mártires,
Jesús,
luz de los Confesores,
Jesús,
pureza de las Vírgenes,
Jesús,
corona de todos los Santos,
Sednos
propicio, perdónanos, Jesús.
Sednos
propicio, escúchanos, Jesús.
De
todo mal, líbranos Jesús**
De
todo pecado,
De
tu ira,
De
las insidias del diablo,
Del
espíritu de fornicación,
De
la muerte perpetua,
Del
menosprecio de tus inspiraciones,
Por
el misterio de tu Santa Encarnación,
Por
tu Natividad,
Por
tu infancia,
Por
tu divinísima vida,
Por
tus trabajos,
Por
tu agonía y pasión,
Por
tu Cruz y por tu abandono,
Por
tus desfallecimientos,
Por
tu muerte y por tu sepultura,
Por
tu Resurrección,
Por
tu Ascensión,
Por
tus alegrías,
Por
tu gloria,
Cordero
de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Jesús.
Cordero
de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Jesús.
Cordero
de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros,
Jesús
V
–Que el nombre del Señor sea bendito.
R
–Ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Oremos
Señor
Jesucristo que dijiste: Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis;
llamad y se os abrirá: os pedimos nos deis el afecto de vuestro
divinísimo amor, para que os amemos con todo el corazón, palabra y
obra, y nunca cesemos de alabaros: Vos que vivís y reináis por los
siglos de los siglos
Así
sea.
*De
aquí en adelante, continúa contestándose: Ten misericordia de
nosotros.
**
De aquí en adelante, continúa contestándose: Líbranos, Jesús.
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