lunes, 25 de julio de 2016

NOVENA EN HONRA DE LOS GLORIOSOS SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA - Día cinco




Reimpresa en Lima: en la Real Casa de los Niños Huérfanos. Año 1797.


MODO DE HACER LA NOVENA.

SE COMENZARÁ EN LAS vísperas de Mi Señora Santa Ana, porque parece tiempo más oportuno; pero también se puede hacer y repetir en cualquier mes del año; y entonces se comenzará en lunes, para que se termine en martes, por la circunstancia de haber nacido y muerto la Santa en este día.

El Excelentísimo e Ilustrísimo. S. D. D. Juan Domingo Gonzales de la Reguera, concede 80 días de Indulgencias, para cada día de la Novena.









QUINTO DÍA

Hecho el Acto de Contrición, se invocará a los gloriosos San Joaquín y Santa Ana con la siguiente:
ORACIÓN.

O DIGNÍSIMOS ABUELOS de Jesucristo San Joaquín y Santa Ana: nosotros pobres afligidos y pecadores con la gran confianza que concebimos de vuestros altos merecimientos, y seguros de que nada os negarán vuestro nieto e hija Jesús y María, solicitamos eficazmente vuestro patrocinio poderoso en el desconsuelo de una grave necesidad que nos fatiga, para conseguir por vuestra intercesión soberana el alivio que la divina misericordia pretendemos. Oíd pues nuestros ruegos, y lo que fervorosamente os pedimos. Pero si otra cosa fuere de mayor gloria de Dios, o a nuestra salvación más necesaria, esto es lo que con más afecto estimaremos conseguir de vuestro alto patrocinio. Amén.

ORACIÓN.

BEATISIMA TRINIDAD DIOS y Señor de todo lo criado. Aunque vuestra bondad, por infinita, se inclina a favorecer a todos los mortales, que en sus aflicciones invocan vuestro nombre Santo y admirable, pero ya que vuestra providencia dispone que los pobres y pecadores nos valgamos también de vuestros amigos y santos: es grandísima la confianza que entre todos vuestros grandes escogidos tiene nuestro afligido espíritu en la santidad incomparable de los gloriosos San Joaquín y Santa Ana, Abuelos de Jesucristo, y Padres de su Madre, Esposa del Espíritu Santo, porque juzgamos que en vuestra rectísima equidad y universal despacho, tienen superior eficacia sus merecimientos y suprema dignidad, pues medida de la soberana honra con que vuestro poderoso brazo los aventajó, para representación tan elevada en vuestra Iglesia, y Reino eterno. Será el poder que le habréis comunicado para que favorezcan, y sean felices sus devotos. Y pues por ellos nos disteis lo cual es más, que es un Dios hombre y a su Madre; no nos neguéis lo que es menos, sino disponed que sea conocido el amor con que los apreciáis en la eficacia con que por ellos nos favorecéis.

Oídnos pues piadosísimos abogados San Joaquín y Santa Ana. Llegad al trono de la Trinidad Santísima, representando nuestras súplicas con palabras dignas de vuestra gran piedad. Acordaos de lo que en veinte años de esterilidad padecisteis; y tomad por vuestra cuenta compadecidos nuestra causa; pues de lo más íntimo de nuestro corazón ponemos en manos de vuestros altos merecimientos e intercesión poderosa toda la suerte de nuestro buen despacho. Apiadaos de estos pobres afligidos, por la obligación inmensa en que estáis a la Trinidad Beatísima, y por el amor con que miráis a los redimidos del Verbo Eterno, vuestro Nieto. Amén.

Aquí se rezan tres Padre Nuestros y tres Ave Marías gloriados, y después se hará memoria de uno de los gozos que tuvieron San Joaquín y Santa Ana.


GOZO PARA EL QUINTO DÍA.

¡Oh, dichosísimos San Joaquín y Santa Ana! Recordamos el gozo con que visteis nacida a María, criatura a Dios tan agradable. Por él os suplicamos nos alcancéis, que nazca en nuestros pechos el amor cordial, y continuo a esta Señora, y a nosotros; y lo que os pedimos en esta Novena. Amén.

Aquí se hará una breve interior oración a los Santos Patriarcas; para lo que se pretende.


ANTÍFONA.

ESTOS SON DOS OLIVOS fecundos de piedad para el linaje humano: por corona de su tronco tienen como pimpollos en su mesa, a María por hija, y por nieto un hombre Dios.

LETANÍAS DE SANTA ANA

-Señor, ten piedad de nosotros. (Señor, ten piedad de nosotros)
-Cristo, ten piedad de nosotros.
-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, óyenos.
-Cristo, escúchanos.
-Dios Padre celestial, (Ten piedad de nosotros)
-Dios Hijo Redentor del mundo,
-Dios Espíritu Santo,
-Trinidad Santa, un solo Dios,

-Señora Santa Ana, (Ruega por nosotros)
-Santa Ana, abuela de Nuestro Señor Jesucristo,
-Santa Ana, Madre de María Siempre Virgen,
-Santa Ana, esposa dignísima de San Joaquín,
-Santa Ana, suegra del santo patriarca, el Señor San José,
-Santa Ana, arca de alianza,
-Santa Ana, monte de Horeb,
-Santa Ana, raíz de José,
-Santa Ana, descendiente de estirpe real,
-Santa Ana, alegría de los Ángeles,
-Santa Ana, hija de los Patriarcas,
-Santa Ana, oráculo de los Profetas,
-Santa Ana, gloria de los Santos,
-Santa Ana, alegría de los Sacerdotes y Levitas,
-Santa Ana, nube resplandeciente,
-Santa Ana, llena y colmada de gracias,
-Santa Ana, modelo de bendición,
-Santa Ana, modelo de devoción,
-Santa Ana, modelo acabado de paciencia,
-Santa Ana, fortaleza de La Iglesia,
-Santa Ana, refugio de todos los pecadores,
-Santa Ana, protectora de los cristianos,
-Santa Ana, alivio y consuelo de los afligidos,
-Santa Ana, madre ternísima de las viudas,
-Santa Ana, maestra y dechado de Las vírgenes,
-Santa Ana, protectora eficaz de los navegantes,
-Santa Ana, especialísima abogada de sus devotos,
-Santa Ana, luz y refugio de cuantos la invocan,
-Santa Ana, protectora y aliento de todos los fieles,

-Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, (Perdónanos, Señor)
-Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, (Escúchanos, Señor)
-Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, (Ten piedad de nosotros)

-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, compadécete de nosotros.


ORACIÓN
¡Oh Dios, que te dignaste hacer a la Señora Santa Ana la gracia de que fuera Madre de la Madre de tu Unigénito Hijo! Concédenos por tu bondad y misericordia que los que veneramos a tan gran Santa con particular devoción en la tierra, merezcamos lograr su poderoso patrocinio, para después gozarnos en su compañía en la eterna Bienaventuranza del cielo. Amén.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

GLORIOSÍSIMOS PATRIARCAS San Joaquín y Santa Ana! Esperamos de vuestra condición nobilísima y singular clemencia, que habéis aceptado este nuestro rendido aunque corto obsequio, en que de corazón manifestamos nuestra confianza, veneración y afecto: y que habréis representado nuestra aflicción al trono de la piedad. Volvemos a suplicar no nos dejéis desconsolados, sin conseguir lo que tanto nuestra necesidad solicita. Oblígueos nuestra pobreza suma, y vuestra misma grandeza; y más cuando lo pedimos por la obligación en que estáis a la Trinidad Beatísima y por el intensísimo amor que tuvisteis, y tenéis a vuestro Nieto Divino y a vuestra única Hija, su Madre y nuestra Reina: por todos los gozos que honrosamente aliviaron vuestra vida mortal, y por las amarguísimas aflicciones que experimentasteis en la dilación estéril de vuestro parto, y en el exactísimo cumplimiento de la voluntad divina; y finalmente por cuanto amáis en el cielo, y en la tierra; sednos pues piadosos Abogados en esta grave necesidad y demanda. Patrocinad siempre nuestra alma, cuerpo y vida a mayor gloria de Dios y obsequio vuestro. Amén.











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