Simbolo de pureza, castidad y generosidad. Por ello está presente en ocaciones en los cuadros de la virgen María. Algunas veces un naranjo reemplaza el manzano o la higuera de la caída. En las representaciones del Paraíso se refiere a la caída del hombre y a su redención. Su flor blanca sugiere la pureza; por lo cual los azahares constituyen el adorno tradicional de las novias.
GERGE FERGUSON
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