DÍA SEXTO
Puesto de rodillas delante de la Imagen del Glorioso Arcángel San
Rafael, se dará principio a la Novena persignándose y levantando el
corazón a Dios, procurando alentar la confianza y avisar la Fe,
haciéndose presente con la consideración a toda la Corte Celestial
y a la Reina de los Ángeles como especial Abogada nuestra, en cuya
presencia con humildad, dolor y arrepentimiento hará de todo corazón
un Acto de Contrición y después dirá esto.
ORACIÓN
Glorioso Arcángel San Rafael, Sagrado Príncipe de los siete que
asisten en el Trono supremo del mismo Dios, si es para gloria de la
Majestad Divina y para honra de vuestra Alteza que yo consiga lo que
deseo y pido en esta Novena, alcanzadme esta gracia del Señor, y si
no enderezad mi petición y pedid para mí a Dios aquello que más me
conviene para mayor gloria suya, vida, salud y provecho de mi alma.
Amén.
DEL LIBRO DE TOBÍAS EN LA SAGRADA ESCRITURA
Tobías
es salvado por el ángel
Partió Tobías, seguido del perro, e hizo su primera parada junto al
río Tigris. Cuando salió para lavarse los pies, he aquí que un
pez enorme se lanzó sobre él para devorarlo. Viéndolo Tobías se
asustó y dio un gran grito, diciendo: “¡Señor, que me embiste!”
El ángel le dijo: “Agárralo de las agallas, y tíralo hacia ti.”
Lo hizo, y arrastrando lo sacó a lo seco, y (el pez) empezó a
palpitar a sus pies. Entonces le dijo el ángel: “Desentraña ese
pez, y guarda su corazón, la hiel y el hígado; pues estas cosas son
necesarias para hacer útiles remedios.” Hizo así, y asó (parte
de) la carne del pez, que llevaron para el camino. Después salaron
el resto para que les sirviese hasta llegar a Rages, ciudad de los
medos.
Entonces Tobías preguntó al ángel diciendo: “Dime, te ruego,
hermano mío Azarías, ¿qué virtud curativa tienen estas partes del
pez, que me has mandado guardar?” A lo que respondió el ángel,
y le dijo: “Si pones sobre las brasas un pedacito del corazón del
pez, su humo ahuyenta todo género de demonios, ya sea del hombre, ya
de la mujer, de tal manera que no se acercan más a ellos. La hiel
sirve para untar los ojos cubiertos de catarata, y sanarán.”
Preguntó Tobías al ángel: “¿Dónde quieres que nos hospedemos?”
El ángel le respondió: “Aquí vive un hombre llamado Ragüel,
pariente tuyo, de tu tribu, el cual tiene una hija llamada Sara, y no
tiene otro hijo ni hija fuera de ella. A ti te tocan todos sus
bienes, y tú debes tomarla por mujer; pídesela, pues, a su padre,
y te la dará por mujer.”
Instrucción
sobre el matrimonio
Entonces Tobías respondió y dijo: “Tengo entendido que ella ha
sido dada a siete maridos, y que éstos han fallecido; y aun he oído
decir que los ha matado un demonio. Temo que también a mí me
suceda lo mismo, y que siendo yo hijo único de mis padres, lleve yo
su vejez con dolor al sepulcro.” Entonces le dijo el ángel
Rafael: “Óyeme, y te enseñaré cuáles son aquellos sobre quienes
tiene potestad el demonio. Son los que abrazan con tal disposición
el matrimonio, que apartan de sí y de su mente a Dios, dejándose
llevar de su pasión, como el caballo y el mulo que no tienen
entendimiento; ésos son sobre quienes tiene poder el demonio. Mas
tú, cuando la hubieres tomado por mujer, y hayas entrado en el
aposento, no llegues a ella en tres días, y no pienses en otra cosa
sino en hacer oración en compañía de ella. En la primera noche,
quemarás el hígado del pez, y será ahuyentado el demonio. En la
segunda noche serás admitido en la unión de los santos patriarcas.
En la tercera alcanzarás la bendición para que de vosotros
nazcan hijos sanos. Pasada la tercera noche, recibirás la
doncella en el temor del Señor, llevado más bien del deseo de tener
hijos, que de la pasión, para que consigas en tus hijos la bendición
reservada al linaje de Abrahán.”
Tobías
en casa de Ragüel
Entraron en casa de Ragüel, el cual los recibió con alegría. Y
mirando Ragüel a Tobías, dijo a Ana, su mujer: “¡Cuan parecido
es este joven a mi primo hermano!” Dicho esto, les preguntó: “¿De
dónde sois, oh jóvenes, hermanos nuestros?” Respondieron: “Somos
de la tribu de Neftalí, de los cautivos de Nínive.” Ragüel les
dijo: “¿Conocéis a Tobías, mi primo hermano?” “Le
conocemos”, respondieron ellos. Y mientras (Ragüel) hablaba mucho
bueno de (Tobías), el ángel dijo a Ragüel: “Ese Tobías, por
quien preguntas, es el padre de éste.” Entonces Ragüel se echó
sobre él, le besó con lágrimas; y sollozando sobre su cuello,
dijo: “Bendito seas tú, hijo mío, porque eres hijo de un varón
bueno, muy bueno.” Lloraron también Ana, su mujer, y Sara, hija de
ambos.
Aquí se rezan tres Padres Nuestros y tres Ave Marías y después se
dirá a San Rafael la siguiente
Alentando cuanto se pudiere la confianza, con las palabras que a cada
uno le dictare su afecto pedirá a San Rafael el favor especial que
desea conseguir y luego para obligar más a Dios pondrá por
intercesión a la Reina de los Ángeles diciendo esta
ORACION
Soberana Reina de los Cielos y Señora de todos los nueve Coros
Angélicos María Santísima! digna Madre de mi Señor Jesucristo,
Templo vivo de la Divinidad, depósito de los tesoros de su gracia,
principio de nuestro remedio, restauradora de la general ruina del
linaje humano, nuevo gozo de los Santos, gloria de las obras del
Altísimo y único instrumento de su omnipotencia. Te confieso por
Madre dulcísima de Misericordia, Refugio de los miserables, amparo
de los pobres y consuelo de los afligidos y todo lo que en ti por ti,
y de ti confiesan los Espíritus Angélicos y de los Santos, todo lo
confieso reverente, y lo que en ti y por ti alaban a la Divinidad, y
la glorifican, todo lo alabo y glorifico, y por todo te bendigo,
magnifico, confieso y creo, por el poder Divino con vida a todos los
pobres, desvalidos, ignorantes, pecadores, grandes, pequeños,
enfermos, flacos, y a todos los hijos de Adán, de cualquier estado,
condición y sexo, Prelados, Príncipes e inferiores, para que vengan
por su remedio a su infinita y liberal Providencia, por la
intercesión de la que dio carne humana al Verbo Divino, porque sola
ella es poderosa para solicitar nuestro remedio y alcanzarle: por
tanto, Sagrada Reina de todas las Jerarquías, os pido y suplico en
nombre de todas ellas, nos alcancéis de vuestro querido Hijo la
exaltación de su Santísimo Nombre en toda la redondez del Mundo,
salud espiritual de las almas, la extirpación de las herejías, la
ruina del soberbio príncipe de las tinieblas, la universal extensión
de la Santa Iglesia, paz y concordia entre los Príncipes Cristianos,
para que todos enteramente alabemos al Santísimo Nombre de
Jesucristo, a quien sea la gloria por infinitos siglos de los siglos.
Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario