EL SÍMBOLO
QUICUMQUE
El Símbolo Quicumque es una profesión de fe que también se ha denominado Símbolo Atanasiano por haber sido atribuido durante toda la Edad Media al obispo de Alejandría san Atanasio (+373>). A pesar de no haber sido redactado por ningún concilio ecuménico, «de hecho, este símbolo alcanzó tanta autoridad en la Iglesia, tanto occidental como oriental, que entró en el uso litúrgico y ha de tenerse por verdadera definición de fe». Recibe el nombre de Quicumque por la palabra con la que comienza.
Escrito en Latín, es un resumen didáctico de la doctrina cristiana y se centra especialmente en el dogma de la Santísima Trinidad. Gozó de gran autoridad en la Iglesia Latina y su uso se extendió rápidamente a todos los ritos de Occidente. Puede rezarse y meditarse una vez al mes, especialmente en el tercer domingo, como signo de adoración y alabanza a la Trinidad Beatísima.
Santa Teresa de Ávila nos cuenta en su autobiografía cómo meditando este símbolo recibió gracias especiales para penetrar en este inefable misterio: "Estando una vez rezando el Quícumque vult -escribe la santa-, se me dio a entender la manera de cómo era un solo Dios y tres personas tan claramente, que yo me espanté y me consolé mucho. Hízome tan grandísimo provecho para conocer más la grandeza de Dios y sus maravillas..."
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