PREPARACIÓN
PARA LA CONSAGRACIÓN DE SÍ MISMO A
JESUCRISTO, LA SABIDURÍA
ENCARNADA,
POR
LAS MANOS DE MARÍA
San
Luis María Grignon de Monfort
Día
2
Consideración
del Tratado de la Verdadera Devoción
Necesidad
de la Devoción a la Santísima Virgen
14.
Confieso, con toda la Iglesia, que no siendo María sino una pura
criatura salida de las manos del Altísimo, comparada con su Majestad
Infinita, es menor que un átomo o, más bien, nada del todo
(equivale a decir, “nada por sí misma”. Ver principales términos
del lenguaje de los Espirituales, en Las tres Edades de la Vida
Interior, t. II, pág. 17, del R.P.R. Garrigou Lagrage. Edic.
Desclée, Buenos Aires), puesto que Él es sólo Aquel que Es (Éxodo
III, 14); y que, por consiguiente, este gran Señor, siempre
independiente y suficiente a Sí mismo, no ha tenido ni tiene tampoco
absolutamente necesidad de la Santísima Virgen para el cumplimiento
de sus voluntades y para la manifestación de su gloria. Le basta
querer para hacer todo (Omnia quaecumque voluit Fecit. Ps. CXIII, 3).
15.
Digo sin embargo que, supuestas las cosas como ellas son, habiendo
querido Dios comenzar y terminar sus más grandes obras por la
Santísima Virgen desde que la formó, es para creer que no cambiará
de conducta en los siglos de los siglos, pues es Dios y no cambia en
sus sentimientos ni en su conducta (Cf. Ps. XXXII, 11: “…los
designios del Señor permanecen eternamente”).
Artículo
I
Principios
Primer
principio: Dios ha querido servirse de María en la Encarnación
16.
Dios Padre no ha dado su único Hijo al mundo sino por María. Por
más suspiros que hayan exhalado los Patriarcas, por más pedidos que
hayan hecho los Profetas y los Santos de la antigua ley, durante
cuatro mil años, para tener este tesoro, no ha habido fuera de María
quien lo haya merecido y quien haya encontrado gracia delante de Dios
(Cf. Lucas I, 30: Invenisti enim gratiam apud Deum) por la fuerza de
sus oraciones y la alteza de sus virtudes. Siendo indigno el mundo,
dice San Agustín, de recibir al Hijo de Dios inmediatamente de manos
del Padre, Él lo ha dado a María a fin de que el mundo lo recibiese
por Ella. El Hijo de Dios se ha hecho hombre para nuestra salvación,
pero en María y por María.
Dios
Espíritu Santo ha formado a Jesucristo en María, pero después de
haberle pedido su consentimiento por uno de los primeros ministros de
su corte.
17.
Dios Padre ha comunicado a María su fecundidad en cuanto una pura
criatura era capaz de ello, para darle el poder de producir a su Hijo
y a todos los miembros de su cuerpo místico.
18.
Dios Hijo ha descendido a su seno virginal, como el nuevo Adán a su
paraíso terrenal, para tener allí y obrar allí a escondidas
maravillas de gracia. Este Dios hecho hombre ha encontrado su
libertad en verse aprisionado en su seno; ha hecho brillar su fuerza
al dejarse llevar por esta doncellita ha encontrado su gloria y la de
su Padre al esconder sus esplendores a todas las criaturas de aquí
abajo, para no revelarlas sino a María; ha glorificado su
independencia y su majestad al depender de esta Virgen amable, en su
concepción, en su nacimiento, en su presentación en el templo, en
su vida oculta de treinta años, hasta en su muerte, en la que Ella
debía asistir para no hacer con Ella sino un mismo sacrificio y para
ser inmolado por su consentimiento al Padre Eterno, como en otro
tiempo Isaac por el consentimiento de Abrahán a la voluntad de Dios.
Ella es quien le ha amamantado, alimentado, mantenido, educado y
sacrificado por nosotros.
¡Oh
admirable e incomprensible dependencia de un Dios, que el Espíritu
Santo no ha podido pasar en silencio en el Evangelio, aunque nos haya
ocultado casi todas las cosas admirables que esta Sabiduría
encarnada hizo en su vida oculta, para mostrarnos su precio y su
gloria infinita! Jesucristo ha dado más gloria a Dios su Padre por
la sumisión que ha tenido a su Madre durante treinta años, que la
que le hubiera podido dar convirtiendo a toda la tierra por obra de
las más grandes maravillas.
¡Oh!
¡Cuán altamente se glorifica a Dios cuando para complacerle nos
sometemos a María, a ejemplo de Jesucristo, nuestro único modelo!
19.
Si examinamos de cerca el resto de la vida de Jesucristo, veremos que
ha querido comenzar sus milagros por María. Santificó a San Juan en
el seno de su madre Santa Isabel, por la palabra de María; apenas
habló Ella, Juan fue santificado y es su primer milagro de gracia.
Cambió, en las bodas de Caná, el agua en vino, a su humilde ruego,
y es su primer milagro de naturaleza. El ha comenzado y continuado
sus milagros por María, y los continuará hasta el fin de los siglos
por María.
20.
Dios Espíritu Santo siendo estéril en Dios, es decir, no
produciendo otra persona divina, se ha hecho fecundo por María a
quien ha desposado. Con Ella y en Ella y de Ella ha producido su obra
maestra, que es un Dios hecho hombre, y produce todos los días hasta
el fin del mundo a los predestinados y a los miembros del cuerpo de
esta cabeza adorable: por lo que, cuanto más encuentra Él a María,
su querida e indisoluble Esposa (Sponsa Spiritus Sancti. San
Ildefonso. Liber de Corona Virginis, cap. III. Sponsus ejus Spiritus
veritatis. Belarmino. Concio 2 super Missus est), en un alma, tanto
más se hace operante y poderoso para producir a Jesucristo en esa
alma y a esa alma en Jesucristo.
21.
No es que se quiera decir que la Santísima Virgen da la fecundidad
al Espíritu Santo, como si Él no la tuviese, puesto que siendo Dios
tiene la fecundidad o la capacidad de producir, como el Padre y el
Hijo, aunque no la reduzca al acto, no produciendo otra persona
divina, sino que se quiere decir que el Espíritu Santo por
intermedio de la Santísima Virgen, de la cual tiene a bien servirse,
aunque no tenga absolutamente necesidad, reduce al acto su fecundidad
produciendo en Ella y por Ella a Jesucristo y a sus miembros:
misterio de gracia desconocido aún por los más sabios y
espirituales de entre los cristianos (San Luis María Grignon de
Monfort no quiere decir que en Dios la generación eterna del Verbo y
la espiración del Espíritu Santo se hacen por un tránsito de la
potencia al acto; tampoco quiere decir que, en Dios, el Espíritu
Santo sea hablando propiamente estéril, porque no está privado de
una fecundidad que le convendría, puesto que una cuarta persona
divina es imposible. Sino que el Santo constata que el Espíritu
Santo no engendra y no aspira ninguna persona divina, y que tiene,
con el Padre y el Hijo, una fecundidad exterior por la producción de
la gracia que le es “apropiada”, producción que se hace por
intermedio de María, Madre espiritual de todos los hombres” (S.
Louis Marie Gr. De M. ne veut pas dire non plus qu’en, en Dieu la
gènèration eternelle du Verbe et la spiration du S Esprit se Font
par un passage de la puissance à l’acte; il ne veut pas dire non
plus que, en Dieu, le S. Esprit soit à proprement parler stérile,
car il n’est pas privé d’une fécondité qui lui conviendrait,
puisque une quatrième personne divine est imposible. Mais le Saint
constate que le S. Esprit n’engendre et n espire aucune personne
divine, et qu’il a, avec le Père et le Fils, une fécondité
extérieure par la production de la grâce qui lui est “appropriée”,
production qui se fait par l’intermédiaire de Marie, Mère
spirituelle de tous les hommes). Debemos esta nota al muy R.P.
Reginaldo Garrigou Lagrange, O.P., que ha querido con ello contribuir
a la publicación del Tratado. Véase además del mismo , La Mère du
Sauveur et notre Vie intérieure, pág. 249, traducido ya al
castellano.).
Segundo
principio: Dios quiere servirse de María para la santificación de
las almas.
22.
La conducta que la tres Personas de la Santísima Trinidad han
observado en la Encarnación y el primer advenimiento de Jesucristo,
la observan todos los días, de una manera invisible, en la Santa
Iglesia y la observarán hasta la consumación de los siglos en el
último advenimiento de Jesucristo.
23.
Dios Padre ha hecho una reunión de todas las aguas, que ha llamado
mar; ha hecho una reunión de todas sus gracias, que ha llamado María
(Appeliavit eam, Mariam, quasi mare gratiarum. San Antonino. Summa,
p. IV, tít. 15, cap. 4, 2). Este gran Dios tiene un tesoro o
depósito riquísimo donde ha encerrado todo lo que hay de bello de
resplandeciente, de raro y de precioso, hasta su propio Hijo; y este
tesoro inmenso no es otro que María, que los santos llaman el Tesoro
del Señor (Ipsa est thesaurus Domini. R. Jordán (se dicente
Idiota). In contemplatione B.M.V.), de cuya plenitud son enriquecidos
los hombres.
24.
Dios Hijo ha comunicado a su Madre todo lo que Él ha adquirido por
su vida y su muerte, sus méritos infinitos y sus virtudes
admirables, y la ha hecho tesorera de todo lo que su Padre le ha dado
en herencia: por Ella aplica Él sus méritos a sus miembros,
comunica sus virtudes y distribuye sus gracias; es su canal
misterioso, es su acueducto, por el cual hace pasar, dulce y
abundantemente, sus misericordias.
25.
Dios Espíritu Santo ha comunicado a María, su fiel Esposa, sus
dones inefables, y la ha elegido para dispensadora de todo lo que
posee; de suerte que Ella distribuye a quien quiere, cuanto quiere,
como quiere y cuando quiere, todos sus dones y sus gracias, y no se
da don celestial alguno a los hombres que no pase por sus manos
virginales. Porque tal es la voluntad de Dios, que ha querido que
tengamos todo [por] María ([por] falta en el manuscrito, pero es
obvio); porque así será enriquecida, enaltecida, y honrada por el
Altísimo. Aquella que se ha empobrecido, humillado y ocultado hasta
el fondo de la nada por su profunda humildad, durante toda su vida.
He aquí los sentimientos de la Iglesia y de los Santos Padres.
26.
Si hablase yo a espíritus fuertes de este tiempo, probaría todo lo
que digo simplemente, con mayor extensión, por la Sagrada Escritura,
los Santos Padres, de quienes citaría los pasajes en latín, y por
muchas sólidas razones que se podrán ver extensamente deducidas por
el R.P. Poiré, en su Triple Corona de la Santísima Virgen. Pero
como hablo particularmente a los pobres y sencillos que, siendo de
buena voluntad y teniendo más fe que el común de los sabios, creen
más simplemente y con más mérito, me contento con declararles
sencillamente la verdad, sin detenerme a citarles los pasajes
latinos, que no entienden, aunque no deje de citar alguno de ellos,
sin buscar mucho.
12
DÍAS PRELIMINARES
Empleados
en vaciarse del espíritu del mundo
Prácticas
Espirituales
Quienes
deseen abrazar esta devoción particular emplearán doce días por lo
menos en vaciarse del espíritu del mundo contrario al de Jesucristo
y para ello rezarán las siguientes oraciones:
VEN
ESPÍRITU CREADOR
Ven
Espíritu Creador,
Visita
el alma de los tuyos,
Llena
de suprema gracia
Los
corazones que creaste.
Tú,
llamado: Consolador,
Don
de Dios Altísimo,
Fuente
viva, fuego, caridad,
Y
espiritual unción.
Tú,
regalo de siete dones,
Dedo
de la diestra Paterna,
Tú,
prometido formal del Padre,
Que
enriqueces con elocuencia
Nuestros
labios.
Enciende
luz a los sentidos,
Infunde
amor a los corazones,
Con
tu fuerza perpetua
Sostén
nuestra debilidad.
Arroja
muy lejos al enemigo,
Y
danos pronto la paz;
Ante
nosotros marcha como guía,
Para
que evitemos todo mal.
Sepamos
por Ti del Padre,
Y
conozcamos al Hijo,
Y
a Ti, Espíritu de ambos,
Creamos
en todo tiempo.
¡Gloria
a Dios Padre,
Y
al Hijo, que resucitó de entre
los
muertos,
Y
al Paráclito,
Por
los siglos de los siglos.
Amén
AVE
ESTRELLA DE LA MAR
Ave
estrella de la mar,
Augusta
Madre de Dios,
Permanentemente
Virgen,
Puerta
del cielo, feliz.
Recibiendo
Tú aquel Ave
Por
la boca de Gabriel,
Ciméntanos
en la paz,
Mudando
el nombre de Eva.
Desata
el lazo al culpable,
Muestra
la luz a los ciegos,
Líbranos
de todo mal,
Consíguenos
todo bien.
Que
eres Madre muéstranos;
Reciba
por Ti las preces
Quien,
nacido por nosotros,
Quiso
ser el fruto tuyo.
Virgen
única, sin par,
Entre
todas la más dulce,
Líbranos
de nuestras culpas,
Haz
que seamos mansos, castos.
Concédenos
vida pura,
Vía
segura prepara:
Para
que, viendo a Jesús,
Siempre
juntos nos gocemos.
Se
alabanza a Dios Padre,
Al
sumo Cristo esplendor,
con
el Espíritu Santo,
a
los Tres un solo honor.
Amén.
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