ACTO
DE CONTRICIÓN
¡Oh,
Dios Omnipotente!, arrepentido por las muchas culpas que he cometido
contra tu divina majestad en este día, vengo a solicitar de tu
misericordia infinita tu generoso perdón. Por la valiosa intercesión
del Santísimo Patriarca Señor San José te suplico humildemente que
me concedas nuevas gracias para servirte y amarte, a fin de que
después de haber combatido denodadamente en esta vida, tenga la
dicha de alcanzar el galardón eterno a la hora de la muerte. Así
sea.
CATECISMO
DE SAN JOSÉ
22.
¿Cuál es la opinión respecto de esto de san Francisco de Sales?
La opinión de este santo, es también que José no sospecho de María, sino que mirándola como la esposa del Espíritu Santo, se creyó indigno de vivir con ella, y resolvió separarse, pero oigamos las textuales expresiones de este gran santo: “La humildad de José, dice, fue causa de que quisiera separarse de María cuando la vio encinta;” porque, dice san Bernardo, en sí mismo hizo este razonamiento ¿Qué es esto? Estoy seguro que María es virgen, porque juntos hemos hecho el voto de guardar nuestra pureza y virginidad, a lo que jamás querrá faltar: pero yo veo que está en cinta y que es madre: ¿cómo, pues, se podrá hacer que la maternidad se amalgame con la virginidad, y que la virginidad no impida la maternidad? ¡Oh, Dios! Exclama. María, ¿será acaso la gloriosa Virgen de quien los profetas asegura concebirá y será Madre del Mesías? ¡Oh! Si es así lejos de mí el pensamiento de permanecer a su lado, yo que soy tan indigno más vale que la abandone secretamente y que no continúe en su compañía. “Sentimiento de humildad admirable dice san Francisco de Sales, y que fue causa que san Pedro, trasportado de semejante opinión de humildad, exclamara en la barca en que se encontró con Jesús: “Señor, apartaos de mí, porque soy un hombre pecador.”
La opinión de este santo, es también que José no sospecho de María, sino que mirándola como la esposa del Espíritu Santo, se creyó indigno de vivir con ella, y resolvió separarse, pero oigamos las textuales expresiones de este gran santo: “La humildad de José, dice, fue causa de que quisiera separarse de María cuando la vio encinta;” porque, dice san Bernardo, en sí mismo hizo este razonamiento ¿Qué es esto? Estoy seguro que María es virgen, porque juntos hemos hecho el voto de guardar nuestra pureza y virginidad, a lo que jamás querrá faltar: pero yo veo que está en cinta y que es madre: ¿cómo, pues, se podrá hacer que la maternidad se amalgame con la virginidad, y que la virginidad no impida la maternidad? ¡Oh, Dios! Exclama. María, ¿será acaso la gloriosa Virgen de quien los profetas asegura concebirá y será Madre del Mesías? ¡Oh! Si es así lejos de mí el pensamiento de permanecer a su lado, yo que soy tan indigno más vale que la abandone secretamente y que no continúe en su compañía. “Sentimiento de humildad admirable dice san Francisco de Sales, y que fue causa que san Pedro, trasportado de semejante opinión de humildad, exclamara en la barca en que se encontró con Jesús: “Señor, apartaos de mí, porque soy un hombre pecador.”
Aquí
se rezan 7 Padre Nuestros y 7 Ave Marías en honor de los dolores y
gozos del Señor San José.
M
E M O R A R E
Acordaos,
¡oh castísimo esposo de la Virgen María, San José, mi amable
protector, que nunca se ha oído decir que ninguno de los que ha
invocado vuestra protección o implorado vuestros auxilios, hayan
quedado sin consuelo. Lleno de confianza en vuestro poder, llego a
vuestra presencia, y me recomiendo con fervor!
¡Ah!
No desdeñéis mis oraciones, oh vos, que habéis sido llamado
padre del Redentor, sino escuchadlas con benevolencia, y dignaos
recibirlas favorablemente.
Así
sea.
Trescientos
días de indulgencias (una vez por día) aplicables a los
difuntos. (Breve de N. S. P. el Papa León XIII.)
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