lunes, 25 de julio de 2016

MISTERIOS DOLOROSOS

Mysteria dolorosa (Misterios dolorosos: martes y viernes)






1º LA AGONÍA DE JESÚS EN EL HUERTO
Primo, Dómini Nóstri Iésu Chrísti oratiónem in horto contemplamur, et dólor pro peccatis nostris pétitur.

Pater Noster

1. Entonces, Jesús llegó con ellos al huerto llamado Getsemaní, y dijo a los discípulos: "Sentaos aquí, mientras voy allí y hago oración". Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse (Mt. 26; 36, 37). Avemaría.

2.  Después les dijo: "Mi alma está triste, mortalmente; quedaos aquí y velad conmigo". (Mt. 26, 38). Avemaría.

3. Adelantándose unos pasos y cayendo rostro en tierra, pedía a Dios que, a ser posible, hiciera que no sonase para El aquella hora. (Mc. 14, 35).Avemaría.

4. Y habiéndose arrodillado, oró así: “Padre, si quieres, aparta de Mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. (Lc. 22, 42). Avemaría.

5Y se le apareció del cielo un ángel y lo confortaba. (Lc. 22, 43). Avemaría.

6. Y entrando en agonía, oraba sin cesar.  (Lc. 22, 44). Avemaría.

7Y su sudor fué como gotas de sangre, que caían sobre la tierra. (Lc. 22, 44).  Avemaría.

8.  Y yendo hacia los discípulos, los encontró durmiendo. Entonces dijo a Pedro: "¿No habéis podido, pues, una hora velar conmigo. (Mt. 26, 40). Avemaría.

9. Velad y orad, para que no entréis en tentación.  (Mt. 26, 41). Avemaría.

10El espíritu, dispuesto (está), mas la carne, es débil".  (Mt. 26, 41). Avemaría.

Gloria Patri...
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2º. LA FLAGELACIÓN DEL SEÑOR

Secundo, Dómini Nóstri Iésu Chrísti flagellatiónem contemplamur, et córporum nostrórum mortificátio pétitur.
Pater Noster.

1. Inmediatamente, a la madrugada, los sumos sacerdotes tuvieron consejo con los ancianos, los escribas y todo el Sanhedrín, y después de atar a Jesús, lo llevaron y entregaron a Pilato. Pilato lo interrogó: “¿Eres Tú el rey de los judíos?” Él respondió y dijo: “Tú lo dices”. (Mc. 15, 1-2). Avemaría.

2.Replicó Jesús: “Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores combatirían a fin de que Yo no fuese entregado a los judíos. Mas ahora mi reino no es de aquí”. (Jn. 18, 36). Avemaría.

3.  Díjole, pues, Pilato: “¿Conque Tú eres rey?” Contesto Jesús: “Tú lo dices: Yo soy rey. Yo para esto nací y para esto vine al mundo, a fin de dar testimonio a la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”.  (Jn. 18, 37). Avemaría.

4Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a las turbas: “No hallo culpa en éste hombre”.   Por 
tanto, lo mandaré castigar y lo dejaré en libertad. (Lc. 23; 4 y 16).Avemaría.

5. Entonces, pues, Pilato Tomó entonces tomó a Jesús y lo hizo azotar. (Jn. 19, 1). Avemaría.

6. Fue arrebatado por un juicio injusto, sin que nadie pensara en su generación. Fue cortado de la tierra de los vivientes y herido por el crimen de mi pueblo. Es un (hombre) despreciado, el desecho de los hombres, varón de dolores y que sabe lo que es padecer; como alguien de quien uno aparta su rostro, le deshonramos y le desestimamos. (Is. 53; 8 y 3). Avemaría.

7. Fue maltratado, y se humilló, sin decir palabra como cordero que es llevado al matadero; como oveja que calla ante sus esquiladores, así él no abre la boca. (Is. 53, 7). Avemaría.

8. Fue traspasado por nuestros pecados, quebrantado por nuestras culpas; (Is. 53, 5). Avemaría.

9. Él, en verdad, ha tomado sobre sí nuestras dolencias, ha cargado con nuestros dolores, y nosotros le reputamos como castigado, como herido por Dios y humillado.  (Is. 53, 4). Avemaría.

10. El castigo, causa de nuestra paz, cayó sobre él, y a través de sus llagas hemos sido curados. (Is. 53, 5). Avemaría.

Gloria Patri...
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3º. LA CORONACIÓN DE ESPINAS

Tertio, Dómini Nóstri Iésu Chrísti spinis coronationem contemplamur, et supérbiæ mortificatio pétitur.
Pater Noster

1. Los soldados lo condujeron dentro del atrio, o sea, al pretorio, Lo despojaron de los vestidos y lo revistieron con un manto de púrpura. (Mc. 15, 16; Mt. 27, 28). Avemaría.

2. Trenzaron también una corona de espinas, y se la pusieron sobre la cabeza, y una caña en su derecha;  (Mt. 27, 29). Avemaría.

3y doblando la rodilla delante de Él, lo escarnecían, diciendo: "¡Salve, rey de los judíos!". (Mt. 27, 29). Avemaría.

4. y escupiendo sobre Él, tomaban la caña y lo golpeaban en la cabeza. (Mt 27, 30). Avemaría.

5. Pilato salió otra vez afuera, y les dijo: “Os lo traigo fuera, para que sepáis que yo no encuentro contra Él ningún cargo”. (Jn. 19, 4). Avemaría.

6. Entonces Jesús salió fuera, con la corona de espinas y el manto de púrpura, y ( Pilato ) les dijo: “¡He aquí al hombre!”.  (Jn. 19, 5). Avemaría.

7. Pero ellos se pusieron a gritar: “¡Muera! ¡Muera! ¡Crucifícalo!”  (Jn. 19; 15). Avemaría.

8.  Díjoles Pilato: “Pues, ¿qué mal ha hecho?” Y ellos gritaron todavía más fuerte: “¡Crucifícalo!”  . (Mc. 15, 14). Avemaría.

9 Pilato les dijo: “¿A vuestro rey he de crucificar?” Respondieron los sumos sacerdotes: “¡Nosotros no tenemos otro rey que el César!”. (Jn. 19, 15). Avemaría.

10. Entonces se lo entregó para que fuese crucificado. (Jn. 19, 16).  Avemaría.

Gloria Patri...
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4º. LA CRUZ A CUESTAS

Quarto, Dómini Nóstri Iésu Chrísti crucis baiulatiónem contemplamur, et patiéntia in tribulatiónibus pétitur.
Pater Noster

1. Y a todos les decía: “Si alguno quiere venir en pos de Mí, renúnciese a sí mismo.  (Lc. 9, 23). Avemaría.

2. Tome su cruz cada día, y sígame. (Lc. 9, 23). Avemaría.

3. Y Él, llevándose su cruz, salió para el lugar llamado “El cráneo”, en hebreo Gólgotha. (Jn. 19, 17). Avemaría.

4. Cuando lo llevaban, echaron mano a un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, obligándole a ir sustentando la cruz detrás de Jesús. (Lc. 23, 26).Avemaría.

5.   Tomad sobre vosotros el yugo mío, y dejaos instruir por Mí.  (Mt. 11, 29). Avemaría.

6. Porque manso soy y humilde en el corazón;  (Mt. 11, 29). Avemaría.

7 Y encontraréis reposo para vuestras vidas. Porque mi yugo es excelente; y mi carga es liviana. (Mt. 11; 29, 30). Avemaría.

8.  Lo acompañaba una gran muchedumbre del pueblo, y de mujeres que se lamentaban y lloraban sobre Él. (Lc. 23, 27). Avemaría.

9. Mas Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por Mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. (Lc. 23, 28). Avemaría.

10Porque si esto hacen con el leño verde, ¿qué será del seco?. (Lc. 23, 31). Avemaría.

Gloria Patri...
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5º. LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR

Quinto, Dómini Nóstri Iésu Chrísti crucifixiónem et mortem contemplamur, et súi ipsíus donum ad animárum redemptiónem pétitur.
Pater Noster

1Cuando hubieron llegado al lugar llamado del Cráneo, allí crucificaron a Él, y a los malhechores, uno a su derecha, y el otro a su izquierdas. (Lc. 23, 33). Avemaría.

2. Y Jesús decía: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Entretanto, hacían porciones de sus ropas y echaron suertes. (Lc. 23, 34). Avemaría.

3. Uno de los malhechores suspendidos, blasfemaba de Él, diciendo: “¿No eres acaso Tú el Cristo? Sálvate a Ti mismo, y a nosotros”. Otro de los ladrones crucificados con Él decía: Jesús acuérdate de mí cuando vayas a tu Reino. (Mt. 27, 44; Lc. 23; 39, 42). Avemaría.

4. Le respondió: “En verdad, te digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso”.  (Lc. 23, 43).  Avemaría.

5. Jesús, viendo a su Madre, y junto a Ella al discípulo que El amaba. (Jn. 19, 26). Avemaría.

6. Después dijo al discípulo: “He ahí a tu madre”. (Jn. 19, 26-27). Avemaría.

7Y desde este momento el discípulo la recibió consigo. (Jn. 19, 27). Avemaría.

8. Eclipsándose el sol; y el velo del templo se rasgó por el medio. (Lc. 23, 45). Avemaría.

9. Jesús clamó con gran voz: “Padre, en tus manos entrego mi espíritu”. (Lc. 23, 46).  Avemaría.

10. Cuando hubo tomado el vinagre, dijo: “Está cumplido”1179, e inclinando la cabeza, entregó el espíritu. (Jn. 19, 30). Avemaría.

Gloria Patri...















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