El trigo, bien conocido símbolo de la Eucaristía, evoca la naturaleza humana de Cristo. Esta interpretación se basa en Juan: "En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo, después de echado en la tierra, no muere, queda infecunado; pero si muere, produce muchos frutos" (12,24). El pan y el vino de la comunión se epresentan muchas veces por medio de espigas de trigo y racimos de uvas.
GEORGE FERGUSON
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