jueves, 1 de octubre de 2015

DEL CREDO ARTÍCULO II

INSTRUCCIÓN RELIGIOSA


EL CRISTIANISMO
SUS DOGMAS, ORACIONES,
MANDAMIENTOS Y SACRAMENTOS
***
PRIMERA PARTE

LO QUE SE HA DE CREER


EL CREDO

ARTÍCULO II
Y EN JESUCRISTO, SU ÚNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR

El Redentor.


El hombre, por el pecado original, se hallaba en una condición tristísima.
No podía merecer el Cielo, y después de una vida llena de culpas y miserias hubiera tenido una eternidad de penas.

Mas la infinita misericordia de Dios no permitió que el hombre caído pereciese.
Cuando Dios echó a Adán y Eva del paraíso terrenal, prometió un Redentor que había de salvar al género humano, y para ello envió a su propio hijo.

Era justo que a Dios ofendido por el pecado se le diera la debida satisfacción.
Mas ninguna pura criatura podía dar satisfacción proporcionada a la ofensa inferida al Dios de majestad infinita.

Por esto fue necesario que el Redentor fuese hombre y Dios.
Como hombre, pudo padecer y satisfacer; y como Dios, pudo dar a esta satisfacción un valor infinito.
De este modo la misericordia y justicia de Dios quedaron del todo satisfechas.

Todo pecado se perdona por los méritos del Redentor, haciendo el hombre de su parte lo necesario para la aplicación de estos méritos.
Los hombres que existieron antes de Jesucristo, se salvaron por la fe en el Redentor, que había de venir.
Los que han existido después y existirán, se salvarán creyendo en el Redentor que ha venido.
Mucho perdimos por el pecado original, pero más ganamos por la Redención.


Con razón canta la Iglesia en el oficio del Sábado Santo: ¡Oh feliz culpa, que nos mereciste un tal Redentor!

Ventajas de la Redención.

1ª- Al unirse el Hijo de Dios a la naturaleza humana, la elevó al grado más sublime.

2ª- Por el Bautismo somos hechos miembros del cuerpo místico de Jesucristo, que es la Iglesia, de la cual Él es cabeza.

3ª- Al ser bautizados, por los méritos de Jesucristo tenemos más gracia que la que tuviéramos sin el pecado original.

4ª- El Bautismo borra el pecado original, pero no quita las pasiones, las miserias de la vida y de la muerte.

Mas estos males se cambian en grandes bienes, pues son causa de continuas batallas y victorias en esta vida; y, por consiguiente, de grandes méritos y premios en el Cielo.
Estas batallas y victorias, estos méritos y premios no existieran sin el pecado original.
En tales batallas, si queremos, podemos vencer siempre; y si en ellas recibimos alguna herida, tenemos por la Redención medios facilísimos para curarla inmediatamente.

Si existiesen descendientes de un Adán inocente, podrían con razón envidiar en muchas cosas la condición de los descendientes de Adán pecador, redimidos por Jesucristo.
Hemos de procurar, pues, aprovecharnos de los tesoros infinitos de la Redención, más bien que quejarnos de nuestros primeros padres.




Nuestro Señor Jesucristo.

De las tres Personas Divinas se hizo hombre la Segunda, que es el Hijo.


El Padre no se hizo hombre.
El Espíritu Santo tampoco se hizo hombre.

Aunque las tres Personas divinas son un mismo Dios, sólo una Persona se hizo hombre.
Ejemplo: Un dedo de la mano puede tener un anillo, sin que lo tengan los otros dedos.

Jesucristo es el Hijo de Dios hecho hombre.
Jesucristo es llamado, Jesús, Salvador, Cristo, Redentor, Mesías, etc.
Jesús significa lo mismo que Salvador.
Cristo significa ungido del Señor.
Mesías significa enviado del Señor.

El Hijo de Dios, al hacerse hombre, no dejó de ser Dios.
Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre.
Jesucristo tiene una sola Persona que es divina.
No tiene persona humana.
Jesucristo en cuanto hombre subsiste sólo unido inseparablemente a la Persona del Hijo de Dios.

Jesús tiene dos naturalezas, divina y humana.
Tiene naturaleza divina, porque es verdadero Dios; tiene naturaleza humana, porque es verdadero hombre.
Naturaleza divina significa ser divino; y naturaleza humana ser humano.
Jesucristo tiene, pues, el ser divino y el ser humano, pero no la Persona humana.
Las naturalezas divina y humana están unidas a la Persona del Hijo de Dios.
La unión de la Persona del Hijo de Dios con la naturaleza humana se llama unión hipostática.

Jesucristo tiene cuerpo y alma como los demás hombres.
Tiene dos entendimientos; uno divino y otro humano.
Tiene dos voluntades; una divina y otra humana.
Tiene una sola memoria; sólo en cuanto es hombre.

En cuanto Dios es igual al Padre: en cuanto hombre es menos que el Padre.
Aunque es Dios y hombre, no hay dos, sino un solo Jesucristo.
Es uno solo por unidad de Persona.
Como el alma y el cuerpo son un solo hombre, así Dios y hombre son un solo Jesucristo.

En Dios hay tres Personas y una sola naturaleza, en Jesucristo hay una sola Persona y dos naturalezas.
El cuerpo de Jesucristo debe ser adorado, por razón de la Persona Divina a la que está unido.
Jesucristo es el Hijo único de Dios Padre, porque sólo Él es Hijo suyo por naturaleza; nosotros somos hijos de Dios por creación y por adopción.

Jesucristo es Nuestro Señor, porque es Dios y nos ha criado y nos ha redimido, dando como precio su propia sangre y vida.



















No hay comentarios.:

Publicar un comentario