ACTO
DE CONTRICIÓN
¡Oh,
Dios Omnipotente!, arrepentido por las muchas culpas que he cometido
contra tu divina majestad en este día, vengo a solicitar de tu
misericordia infinita tu generoso perdón. Por la valiosa intercesión
del Santísimo Patriarca Señor San José te suplico humildemente que
me concedas nuevas gracias para servirte y amarte, a fin de que
después de haber combatido denodadamente en esta vida, tenga la
dicha de alcanzar el galardón eterno a la hora de la muerte. Así
sea.
CATECISMO
DE SAN JOSÉ
30.
¿Cómo fue digna del Salvador la exaltación de José?
Si
alguno merecía resucitar con el Salvador y acompañarle en cuerpo y
alma al cielo para honrar su glorioso triunfo, era seguramente san
José. Era justo que José, dice san Bernardino de Sena, después de
haber vivido familiarmente en la tierra con Jesús y María, reinase
como ellos eternamente en el cielo en cuerpo y alma. Es dulce oír el
lenguaje sencillo de san Francisco de Sales, que quita la más mínima
duda respecto de esto: hace hablar así san José a Jesús visitando
el limbo: acordaos, oh Jesús que cuando vinistéis del cielo a la
tierra, yo los recibí en mi estancia, en mi familia, y que apenas
estuvísteis en el mundo yo os recibí en mis brazos. Ahora que vos
debéis ir al cielo, conducidme con vos. Os he recibido en mi
familia, recibidme ahora en la vuestra. Yo os he llevado en mis
brazos, llevadme en los vuestros, y así como tuve cuidado de
alimentaros y conduciros durante el curso de vuestra vida mortal,
tened ahora cuidado de mí, y conducidme a la vida eterna.
Era,
pues, digno del Salvador de los hombres que su padre adoptivo
recibiese este honor supremo, que sólo podía hacer su exaltación
perfecta. Pero si esto era digno del salvador, creamos que el
Salvador lo cumplió. Sigamos, pues, a José con nuestras miradas, y
alegrémonos de su triunfo.
31.
¿Cómo fue favorable a los hombres la exaltación de José?
Así
como la gloria de José fue un homenaje a sus méritos, del mismo
modo el poder con que Dios le honró es un recurso en nuestras
necesidades. No podemos dudar de ningún modo, dice san Francisco de
Sales que este glorioso Santo tenga mucho crédito en el cielo, cerca
de aquel que tanto le ha favorecido y que le elevó en cuerpo y alma.
Aquí
se rezan 7 Padre Nuestros y 7 Ave Marías en honor de los dolores y
gozos del Señor San José.
M
E M O R A R E
Acordaos,
¡oh castísimo esposo de la Virgen María, San José, mi amable
protector, que nunca se ha oído decir que ninguno de los que ha
invocado vuestra protección o implorado vuestros auxilios, hayan
quedado sin consuelo. Lleno de confianza en vuestro poder, llego a
vuestra presencia, y me recomiendo con fervor!
¡Ah!
No desdeñéis mis oraciones, oh vos, que habéis sido llamado
padre del Redentor, sino escuchadlas con benevolencia, y dignaos
recibirlas favorablemente.
Así
sea.
Trescientos
días de indulgencias (una vez por día) aplicables a los
difuntos. (Breve de N. S. P. el Papa León XIII.)
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