SANTA
ROSA DE LIMA
(1586-1617)
Virgen
- Terciaria Dominica.
Patrona
Principal de Hispanoamérica; Lima, Perú; Filipinas; bordadores;
floristas; jardineros; personas ridiculizadas por su piedad.
Protectora contra la vanidad.
Día
Tercero
Per
signum Crucis, (†) de inimicis nostris, libera nos, (†) Deus
noster. (†)
In
Nomine (†) Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amén.
Señor
mío Jesucristo.
ORACIÓN INICIAL
Oh
esclarecida Virgen, Rosa celestial, que con el buen olor de vuestras
virtudes habéis llenado de fragancia a toda la Iglesia de Dios y
merecido en la gloria una corona inmarcesible; a vuestra protección
acudimos para que nos alcances de vuestro celestial Esposo un corazón
desprendido de las vanidades del mundo y lleno de amor divino.
(Mencionar
aquí la gracia que se desea obtener)
Rezar
Pater, Ave y Gloria.
VIDA
DE SANTA ROSA
Terciaria
de Santo Domingo
Desde
los 5 años había consagrado su virginidad al Señor. Era natural,
pues, que a Él solo quisiese agradar, y que las vanidades y
complacencias mundanas fuesen para ella un suplicio, pero tales
trazas sabía darse que lograba complacer a Dios sin disgustar a su
madre.
Forzada
en cierta ocasión a adornarse con una corona de flores, se dio maña
en poner con disimulo un alfiler que se le hincaba en la cabeza y
trocaba a aquel ornato de vanidad en instrumento de tortura.
La
madre, demasiado preocupada en realzar la belleza de su hija la
obligaba a vestir con elegancia; y aún la castigaba severamente
cuando, no por desobediencia, sino por indiferencia de las cosas de
este mundo, descuidaba la niña el atavío de su persona. A fuerza de
paciencia, Rosa logró, por fin, que su madre se allanara a
permitirle usar un manto de tela basta.
Se
ejercitaba en casa en todas las prácticas dignas de la más
ferviente religiosa. Así, se había impuesto la obligación de no
beber jamás sin permiso de su madre. Ese permiso lo pedía una vez
cada tres días, y si en alguna de ellas su madre, como prueba, no se
lo daba, permanecía otros tres días sin volverlo a solicitar y
soportaba aquella dura privación con gran contentamiento de su alma,
sin que llegara a flaquear su ánimo un instante.
Una
serie de reveses de fortuna privó a los padres de Rosa de cuanto
tenían. Entonces dio muestras la amante hija de todo su valor y
abnegación, no sólo sirviendo a sus padres, sino también
ayudándoles en el trabajo, a fin de ganar lo necesario para la
subsistencia de todos.
Dios
acudía en su ayuda milagrosamente, porque, a pesar de la precaria
salud y de los frecuentes éxtasis, hacía Rosa diariamente la labor
de cuatro personas, sin que sus energías cedieran ante el esfuerzo.
Sin
embargo -¡oh ceguera e inconsecuencia del espíritu humano!-, su
madre no podía resolverse a que renunciara al matrimonio, y como la
belleza extraordinaria de Rosa, no quebrantada por tantas
austeridades, le atraía numerosos pretendientes, la piadosa joven
tuvo que sostener largas y penosas luchas con los suyos. Le ayudaba
en éstas su protectora Santa Catalina de Siena, a quien había
tomado por modelo. Como recompensa de esa fidelidad, Dios le dio a
conocer que sin abandonar la casa paterna, podía consagrarse a Él y
observar todas las virtudes monásticas. Por eso, como la Virgen de
Siena, vistió el hábito de la Orden Tercera de Santo Domingo el10
de agosto de 1610, y a partir de aquel memorable día, se entregó,
como ella, a una vida contemplativa y penitente.
ORACIÓN
FINAL
¡Oh
flor la más hermosa y delicada que ha producido la tierra
americana!, portento de la gracia y modelo de las almas que desean
seguir de cerca las huellas del Divino Maestro, obtened para nosotros
las bendiciones del Señor. Proteged a la Iglesia, sostened a las
almas buenas y apartad del pueblo cristiano las tinieblas de los
errores para que brille siempre majestuosa la luz de la Fe y para que
Jesús, vida nuestra, reine en las inteligencias de todos los hombres
y nos admita algún día en su eterna y dichosa mansión. Amén.
Santa
Rosa de Lima, rogad por nosotros.
In
Nomine (†) Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amén.
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